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12 marzo, 2025 10:31 am

USAID y el escándalo de corrupción

Revelaciones impactantes sobre el financiamiento internacional a medios y gobiernos, desvelando agendas políticas y la influencia en América Latina.

POR: MARIANELA ZEGARRA BECERRA   

El escándalo relacionado con los fondos provenientes del gobierno de Estados Unidos a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por sus siglas como USAID, está desenmascarando el financiamiento que recibían diversas instituciones, incluidos importantes medios de comunicación como el New York Times, la BBC y el Washington Post, así como gobiernos en América Latina, medios de comunicación y ONGs alrededor del mundo. Esta lista es extensa y evidencia cómo se propiciaba la injerencia política en los asuntos internos de los países, impulsando agendas ideológicas, como la agenda «woke». Según algunos críticos, actores de Hollywood como Sean Penn y Angelina Jolie, entre otros, visitaron a Zelensky para levantar su imagen y también recibieron fondos del gobierno estadounidense a través de USAID.

La oposición a Trump presenta su versión con titulares como “Trump cierra la agencia de ayuda humanitaria”, pero la realidad es que se cierra un foco de corrupción. Esta agencia no destinaba fondos para enviar, por ejemplo, trigo o alimentos a países necesitados; en cambio, los recursos eran utilizados para promover diversos intereses con el dinero de los contribuyentes. Este no es un caso aislado en el mundo; muchos gobiernos compran periodistas y medios para publicitar su agenda ideológica. Lo que vemos y escuchamos a diario como noticias o comentarios es, en muchos casos, publicidad pagada.

En Perú ocurre exactamente lo mismo. Desde 2005, todos los gobiernos han destinado millonarias sumas a medios de comunicación, diarios y canales de televisión, enmascarado bajo el nombre de “publicidad estatal”. Esto no es más que el uso de fondos públicos para promover la imagen de funcionarios o entidades estatales a través de la publicidad. En otros casos, se busca hacer campañas sucias en contra de la oposición, además de encubrir al gobernante o a sus funcionarios, condicionando su discurso a los intereses del gobierno. Lo mismo sucede en los gobiernos regionales y municipalidades. El excongresista Mulder intentó frenar este derroche de dinero en 2018 con una ley que regulaba la publicidad estatal.

De esta forma, se maneja la opinión pública con dinero de los contribuyentes, utilizando medios de comunicación, periodistas, actores, intelectuales y cómicos para elevar la imagen del gobernante y desacreditar a sus adversarios, así como para imponer agendas particulares o crear corrientes de opinión. Es toda una maquinaria que se despliega para manipular las mentes, adoctrinar e introducir ideas apelando a la emocionalidad y creando sensibilidad hacia ciertos temas. Esto no es nuevo; el siglo XX nos muestra cómo Joseph Goebbels utilizó la propaganda nazi para hacer que toda una nación se convirtiera en cómplice del asesinato de millones de judíos. A pesar de conocer la intencionalidad de estas manipulaciones, seguimos siendo susceptibles a la propaganda dirigida con fines específicos, cayendo repetidamente en la trampa de la manipulación.

Análisis & Opinión