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Mollendo
24 diciembre, 2024 9:05 pm

Alcaldes luchadores con sus pueblos

POR: BETO LAJO PAREDES    

Mollendo y Arequipa contaron con alcaldes luchadores, es digno recordarlos, conmemorarlos y emularlos; veamos:

Hernán Montoya Valdivia. El año 1984 siendo alcalde aprista, con acuerdo del concejo municipal, apoyó la huelga nacional contra el Gobierno de Acción Popular, por su entreguismo a las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional; joven universitario, presencié la sesión de concejo municipal donde se aprobó adherirse a la movilización, hecho histórico con el cual Mollendo retomó la lucha institucional municipal y cívica ciudadana de años anteriores.

Pastor Céspedes Rodríguez. En diciembre de 1992, burgomaestre de Izquierda Unida, lideró la huelga por el problema del agua y la represa de Tolapalca, realizada en plena dictadura de Alberto Fujimori, a pocos meses del golpe del 5 de abril cuando el país se aquietó y nadie, por miedo o conveniencia o expectativa, se atrevía a llevar a cabo una acción de fuerza al nuevo autócrata, hasta el genocida Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, cesó en sus criminales atentados, más aún al producirse la captura de Abimael Guzmán, el Mao peruano fracasado; muchos, sobre todo la derecha, incluso, sectores de la izquierda, se pusieron de hinojos otorgándole “cheque en blanco” al golpista para gobernar sin Parlamento, sin oposición, sin crítica y sin protestas. Pero, Mollendo fue la honrosa y orgullosa excepción de civismo combativo. Antes de la huelga, vine a Mollendo con mi familia, dejé a mi hijo Edgard (el mayor, tenía cinco años de edad), retorné a Arequipa por razones de trabajo, laboraba en la empresa minera Cerro Verde, para luego venir a Mollendo y llevarme a mi hijo, no pudimos por no haber tránsito; es decir, mi hijo fue partícipe de esa huelga histórica realizada en el apogeo emocional e irracional del fujimorismo autoritario.

Juan Manuel Guillén, el año 2002 (ex aprista, luego, independiente), cuando alcalde de Arequipa, propició una masiva protesta contra la privatización de las empresas eléctricas de Arequipa, logrando sigan en condición de empresas públicas; como ciudadano interpuso acción de amparo; como alcalde provincial, se declaró en huelga de hambre, acompañado de alcaldes distritales; como líder convocó a la ciudadanía en general, el pueblo de Arequipa respondió a su llamado de manera unánime. Se puso fin a las privatizaciones que, el presidente Toledo quiso continuar; no obstante haber prometido no vender las empresas eléctricas.

Arturo Valderrama, ex alcalde de Miraflores (Arequipa), cuando congresista aprista, se declaró en huelga de hambre en su curul, en protesta contra la privatización de las empresas públicas del sur.

Yamel Romero Peralta. Acalde aprista de Arequipa, el año 2004, el gobierno de Alejandro Toledo, a mitad de año varió los montos del canon minero en los presupuestos de los gobiernos locales, arrebatando varios millones a la Municipalidad Provincial de Arequipa; su alcalde, regidores y funcionarios (me desempeñaba como gerente Municipal), decidimos trasladarnos a Lima, con cientos de ciudadanos arequipeños en diez buses, a protestar ante el Congreso de la República y Ministerio de Economía y Finanzas; enfrentamos la represión policial; la decisión inédita fue, no paralizar la ciudad de Arequipa, sino, ir a luchar a Lima, centro del poder político y económico. Conversamos con el entonces presidente del Parlamento, Ántero Florez Araoz, luego, en el MEF, con los asesores: Cecilia Blume, Waldo Mendoza y Nelson Shack. Conseguimos restituyan recursos al gobierno local de la Ciudad Blanca.

Y el 2006, otra vez la Presidencia de Toledo, aprobaron exoneración del impuesto a la renta (de ahí sale el canon minero), a favor de Sociedad Minera de Cerro Verde, afectando los recursos ediles. La Municipalidad Provincial de Arequipa, constituyó el comité de lucha con Acuerdo de Concejo, presidido por el alcalde Yamel Romero (me designaron coordinador), integrado por la Asociación de Alcaldes Distritales, Colegios Profesionales, FDTA y AUPA; realizamos una marcha, hacia la mina de Cerro Verde (la idea fue no paralizar la ciudad, sí movilizar), se dejó memorial e invitación a dialogar. La empresa tuvo la sabiduría de sentarse a la mesa a dialogar, obteniéndose: entrega de dinero equivalente al canon no percibido por la exoneración del impuesto a la renta; presupuesto para estudios de plantas de tratamiento de agua potable y residuales; financiamiento para su ejecución, también de intercambios viales; los compromisos fueron avalados por el Gobierno de Alan García, siendo suscrito en la Presidencia del Consejo de Ministros a cargo de Jorge Del Castillo. Los alcaldes, sí, pueden y deben luchar con sus pueblos.

Análisis & Opinión