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Consejos para ver si tu candidato te engaña

El gran reto en las Elecciones 2018 es no dejarse seducir por promesas, sostienen expertos.

“La personalidad es imposible de ocultarla”, al menos por mucho tiempo, y son las acciones las que mejor hablan de quién podría ser la mejor opción para ocupar un cargo público. Lo interesante es que pueden filtrarse evitando que en las Elecciones 2018 gane un corrupto o ineficiente.

Guillermo Ladd, médico psiquiatra Instituto Nacional de Salud Mental «Honorio Delgado – Hideyo Noguchi, dijo comprender la gran apatía que se percibe ante las Elecciones 2018, debido, sobre todo, a las denuncias de malversación y mala gestión en las que están envueltos muchos políticos. “La personalidad es imposible ocultarla. Se va a evidenciar en cualquier área que uno examine. Un psicópata se comporta mal en todas las áreas. Bastaría con ser exigentes en pedir una hoja de ruta bien detallada, bien detallada”, explicó a Andina.

Para el experto, es una lástima que en procesos de este tipo no se exija un examen de salud mental a los candidatos, que bien podría detectar la presencia de aquellos que buscan ser alcaldes solo motivados por el beneficio propio. A tan solo unos días de los comicios, ofreció las siguientes recomendaciones para saber si estamos apostando por el mejor para administrar la ciudad y la jurisdicción en las que vivimos. Ponga su candidato a prueba.

1.- Analizar su hoja de vida: “Quién miente en su hoja de vida es un candidato a ser corrupto. Deberíamos ser muy estrictos con respecto a la evaluación de las hojas de vida de quienes postulan”. Indicó que el examen apropiado de la hoja de vida, con datos que puedan ser verificables, podría evitar malestares posteriores entre la ciudadanía. Lo mismo debe hacerse con sus propuestas y plan de gobierno.

2.- Conocer su experiencia personal en el poder: Si nuestro candidato ha estado anteriormente en un puesto de poder es fundamental recordar como lo gestionó, lo administró. “Hablamos de cualquier forma de poder que haya tenido: municipal, sindical, para evitar el ingreso de tanto advenedizo que se mete en la política, así como tampoco de narcos, que de un momento a otro aparecen como líderes, pero no tienen un pasado político, porque seguramente estaban adoquinando el dinero”.

3.- Averiguar por sus antecedentes policiales y judiciales: El psiquiatra comentó que, si bien es no prohibitivo ingresar a la política y no tener un pasado político, sugirió tener mucho cuidado con los antecedentes personales de quienes lo hagan. “Hay que analizar sus antecedentes policiales y judiciales para ver si tienen algún juicio por alimentos, no han reconocido a sus hijos, le debe a alguien o le ha pegado a su pareja, entre otras cosas. La persona que está con disposición de actuar en la vida pública tiene que hacer pública su vida privada”.

4.-Conocer sus vínculos sociales: Casi en la línea del viejo refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”, el experto refirió que los títulos o logros académicos no son suficientes para saber que estamos ante una persona idónea o limpia en materia política. Es importante saber de quiénes se rodea.

5.- Evitar engañarnos: “El gran reto de los electores es no engañarnos, porque lo hacemos. Los peruanos cuando vemos un carga montón contra un candidato, nos solidarizamos con él sin pensar de quién se trata. Eso pasó con el candidato a la presidencia Julio Guzmán (cuando se le impidió continuar en carrera política). Pero, finalmente ¿quién era ese hombre? ¿Qué otra característica le conocíamos para suponer que sería un buen presidente?”.

6.- No olvidar que hay una corresponsabilidad: Para el experto somos una población muy influenciable, que, así como ofrece muy rápido su apoyo, lo quita de la misma manera. Exhortó a la ciudadanía a pensar serenamente su voto y apostar por quien ha dado muestras de seriedad en su trabajo, de tener buenos antecedentes y comportamiento a lo largo de su vida, no solo los últimos días, sin olvidar que cada uno -con su voto- es también responsable de quien nos gobernará durante los próximos cuatro años.

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