POR: BETO LAJO PAREDES
El 19 de diciembre de 1862, el entonces presidente de la República Miguel San Román, promulgó la Ley de creación de la provincia de Islay. Su historia tiene episodios, de luchas por los derechos laborales y de acciones combativas por obras para el desarrollo; una selección de ellos, extraído del libro: “Un Capricho llamado Mollendo” de Bernardino Rodríguez, lo exponemos:
“1902 – 14 de julio. Trabajadores portuarios, explotados y sin mayores derechos, desatan una huelga que paraliza el puerto. Una revuelta en los días posteriores contra la fuerza de la represión, termina con las vidas del ferroviario Mariano Adriazola, del anciano pescador italiano Francisco Fiascunari y de una humilde mujer, madre de familia, Toribia de Bossio. Las tres víctimas vendrían a constituirse en los primeros mártires del proletariado en el Perú” (p. 570); “1904 – Un prepotente y autoritario funcionario golpea y hace detener a un obrero en los muelles. El incidente desata la ira de los trabajadores que paralizan el movimiento portuario. Envían soldados a sofocar la rebeldía, sin conseguirlo. La huelga se levanta con el despido del abusivo empleado y mejora en los haberes” (p. 571); “1917 – 12 de marzo. La explotación social de que son objeto, lleva a los trabajadores encargados de la estiba en los muelles a crear la Sociedad Unión Marítima” (p. 573).
“1930 – 22 de agosto. El pueblo mollendino asalta el edificio de la Municipalidad en protesta contra el Contrato Ugarteche. La turba ubicada el documento y lo hace trizas. Días después un cabildo suspende la aplicación del mismo” (p. 573); “1931 – 17 de mayo. Un inesperado incidente acaba con la vida del comandante Abel Salazar, subprefecto de Arequipa, quien llegó a Mollendo fugando hacia Lima. Había tratado con crueldad a los obreros de Arequipa y al llegar aquí mató a un trabajador portuario a sangre fría. Quienes presenciaron el hecho lo redujeron, golpearon y fondearon en el mar junto a los muelles” (p. 576); “1931 – 24 de agosto. La Junta Nacional de Gobierno que preside David Samanez Ocampo, declara caduco el Contrato Ugarteche con la municipalidad provincial de Islay” (p. 576); “1956 – Con el retorno de la democracia, el pueblo emprende una serie de protesta por el deficiente alumbrado. Se crea un comité de lucha” (p. 579); “1963. 15 de agosto. Representantes del comité pro solución de la luz eléctrica, se entrevistan con el presidente de la República, Fernando Belaunde Terry, en Arequipa. También reclaman un nuevo hospital” (p. 580); “1963 – 18 de septiembre. Una huelga general paraliza totalmente Mollendo y Matarani, exigiendo solución pronta para el problemas (sic) de deficiencia alumbrado de la población” (p. 580); “1964 – 4 de octubre. Se inaugura la nueva central termoeléctrica. Mollendo había conseguido, tras larga lucha, la solución de uno de sus problemas vitales” (p. 580); “1967 – 11 de enero. El presidente Fernando Belaunde Terry y el ministro de Salud, David Becerra de la Flor, inauguran el hospital Centro de Salud de Mollendo” (p. 581); “1968 – 7 de agosto. La Guardia Civil mata a un estudiante y el pueblo intenta tomar la comisaría. Se desatan graves enfrentamientos con el pueblo durante 48 horas. La policía trajo un destacamento de efectivos de asalto para restablecer el orden” (p. 581).
La jornada de trabajo de ocho horas diarias, primero se conquistó en Mollendo, luego, en el país. Este acontecimiento está probado y documentado en el libro: “La huelga de Mollendo de 1918”, del archivo de Guillermo Elías y Rivera, editado por José Coloma Gygax del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo; dice: “La huelga de Mollendo se inició el sábado 16 de marzo de 1918, a las 5: 30 p.m. y concluyó el sábado 30 de marzo del mismo año, teniendo una duración de quince días exactos” (p. 5).
Lo relatado es evidencia de la vocación de lucha de la provincia de Islay, por derechos laborales, contra la arbitrariedad y por obras para el desarrollo.
En la actualidad, la provincia de Islay carece de represa de compensación, las aguas del río Tambo, están contaminadas, hay niños con desnutrición, anemia y metales pesados; nos corresponde luchar exigiendo solución a los problemas descritos, hacerlo en forma institucional la municipalidad provincial, conjuntamente con las municipalidades distritales de la provincia de Islay, en unidad articulada con la sociedad civil. ¿Por qué no lo hacen?