POR: MSC. MBA (C) – PMO ARQ. GUSTAVO PUMA CÁCERES [PLANIFICADOR URBANO TERRITORIAL Y PORTUARIA, GOBERNANZA TERRITORIAL Y GESTIÓN DE CIUDADES PUERTO]
Estando el jueves pasado en la Heroica Tacna me acorde de la frase “El Perú es un problema, pero también es una posibilidad” del historiador tacneño Jorge Basadre Grohmann en 1931, en alusión a la capacidad de nuestro país para reponerse de los innumerables problemas que lo han afligido y como acertadamente viera el amauta José Carlos Mariátegui, es ante todo económico – social. El descentralismo acompañado por la injusticia social, ninguna ventaja traería. Esta es una de las causas del fracaso de las anteriores y actuales tentativas de descentralización y veo que nuestra nación sigue fragmentada en lo económico, social y político.
AREQUIPA ES UN PROBLEMA
A nivel provincial
La ciudad de Arequipa sí es un problema al no tener planificación provincial, sin ninguna visión a futuro, sin proyectos de gran impacto para quienes viven en el territorio de la ciudad, no hay proyectos de envergadura de carácter provincial, que se articulen con los proyectos de infraestructura regional, macrorregional y nacional.
Hoy lunes 25 de noviembre la ciudad de Arequipa con sus 29 distritos tiene una población de 1´251,000 habitantes proyección dada por el INEI, por lo que es realmente preocupante que Arequipa está creciendo sin ningún un ordenamiento urbano territorial al 2050; “Habrá un Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) este año, así se oponga quien se oponga”, dijo el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera el 11 de abril, durante la inauguración de Expo inmobiliario Arequipa, anunciaba y se comprometía que para el mes de diciembre se tendría culminado el PDM, pero han pasado 9 meses y no hay ni media hoja redactada o es que el alcalde sigue pensando en disolver el Instituto Municipal de Planeamiento de Arequipa (IMPLA) y transferir sus responsabilidades a la Gerencia de Desarrollo Urbano, lo que genera más incertidumbre y retrasos.
Hasta la fecha no tenemos los instrumentos de planificación más importantes para nuestra ciudad como es Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) y el Plan de Acondicionamiento Territorial (PAT). Ah, me olvidaba decirles que Moquegua y Tacna ya están empezando a ejecutar sus instrumentos.
A nivel regional
El Instituto Peruano de Economía (IPE) ha presentado el Índice de Competitividad Regional – INCORE 2024 y coloca al GORE Arequipa en el puesto 19, respecto a la percepción de la gestión pública regional entre 25 regiones, valor en porcentaje de la población adulta que considera que la gestión del GORE Arequipa no es buena. Esperemos pues que el gobernador de Arequipa no denuncie a los investigadores del IPE por difamación, como lo viene haciendo con varios medios de periodismo de investigación por los supuestos actos de corrupción que se han encontrado en la actual gestión regional.
El vice contralor de Gestión Estratégica, Integridad y Control, Luigino Pilotto Carreño, dio a conocer que la región Arequipa tiene 110 obras paralizadas que requieren más de S/2 mil millones para culminarlas.
Otra cereza regional, es que han pasado 23 meses y el GORE Arequipa no aprueba el Plan de Desarrollo Concertado Regional 2034. No hay voluntad política de hacer las cosas correctamente para orientar la acción de los actores públicos y privados que viven, producen, laboran, crean, y desarrollan diversas actividades sociales, políticas, económicas, culturales de la región Arequipa; no hay objetivos ni metas, ni mucho menos la visión de la ruta estratégica del territorio a seguir.
En otras palabras, la actual gestión regional de Arequipa esta sin brújula, sin orientación, si enfoque prospectivo, territorial y participativo; es decir estamos casi en nada como región. Espero pues no ser denunciado por difamación por la gestión regional solo por decir la verdad con los argumentos de respaldo técnicos que indico.
Finalmente, en el próximo artículo comentaremos cómo Arequipa puede ser una posibilidad, pero queda claro que la planificación de nuestra ciudad y del Perú debe ser justa al 2050, garantizar un desarrollo urbano territorial sostenible y equitativo para todos habitantes, sin que exista las desigualdades territoriales.