POR: SANTOS COHAILA FLORES     

La pérdida neta de Petroperú en los primeros nueve meses (enero-septiembre) de 2024 fue de $745 millones, significativamente mayor que los $530 millones en el mismo periodo de 2023. Esto muestra un deterioro en la rentabilidad final de la empresa y resalta la dificultad para generar ganancias sostenibles.

En cuanto a las rentabilidades, todas están en rojo de la siguiente manera:

Rentabilidad de Ventas, que pasó de -17.6% en 2023 a -28.2% en 2024, indicando que, por cada dólar vendido, la empresa perdió una mayor proporción en 2024.

Rentabilidad de Inversión, que disminuyó de -5.4% a -7.7%, reflejando una menor eficiencia en el uso de los activos para generar ingresos.

Rentabilidad de Patrimonio, que, aunque mejoró ligeramente (de -33.4% a -30.3%), sigue siendo altamente negativa, lo cual implica que el capital de los accionistas está generando pérdidas significativas.

La tabla muestra el estado financiero de Petroperú al 30 de septiembre de 2024 y su comparación con el mismo periodo de 2023. Se observan pérdidas significativas en varias áreas, reflejando un rendimiento financiero negativo en ambas fechas.

Las ventas netas de Petroperú entre enero y septiembre de 2024 fueron de $2,644 millones, una disminución del 12.2% respecto a los $3,013 millones en el mismo periodo de 2023.

Gastos Financieros: Los gastos financieros se incrementaron notablemente en 2024, alcanzando $299 millones frente a los $189 millones en 2023, lo cual indica un aumento en los costos de financiamiento que afecta aún más los resultados netos. La empresa enfrenta mayores cargas financieras, lo que podría estar vinculado con un endeudamiento creciente o con condiciones de financiamiento menos favorables.

Los resultados muestran un escenario financiero preocupante para Petroperú, con pérdidas continuas en todas las áreas de operación y rentabilidad negativa en ventas, inversiones y patrimonio. Esto evidencia una ineficiencia en el manejo de recursos y en la optimización de operaciones financieras y operativas.

Este desempeño deficiente refuerza el argumento de que la administración pública de empresas como Petroperú enfrenta dificultades para lograr eficiencia y optimización en la gestión de recursos financieros.