El próximo 30 de octubre, los alcaldes de la provincia de Islay se reunirán en Lima en un encuentro convocado por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) a través del gobierno regional, con el objetivo de tratar el grave problema de la contaminación del río Tambo. La cita ha generado expectativas debido a la necesidad urgente de llegar a un consenso entre los representantes de los distintos distritos afectados.
Fernando Camargo Huayna, alcalde distrital de Deán Valdivia, señaló la importancia de que los alcaldes unan esfuerzos y se presenten con una sola propuesta. «Todos los alcaldes debemos consensuar una sola propuesta. No se trata de pedir muchas cosas, sino de enfocarnos en dos o tres puntos fundamentales que beneficien a toda la provincia», declaró el burgomaestre.
AGENDA FRAGMENTADA, RETO COLECTIVO
Camargo también resaltó las dificultades que han enfrentado los alcaldes de la provincia para alinear sus demandas, debido a que cada uno tiene una agenda particular. “El alcalde de Cocachacra ha llamado a varias reuniones, pero muchas veces no hemos estado todos. En esas reuniones, algunos han propuesto cosas diferentes, lo que complica llegar a un consenso”, explicó.
Hasta la fecha, los intentos de los alcaldes por trabajar juntos se han visto obstaculizados por la falta de coordinación y una clara definición de objetivos comunes. “Ahora, cuando nos den la palabra, no puede ser que un alcalde pida una cosa, otro pida otra y así sucesivamente. Eso está mal. Debemos consensuar y reforzar lo que vamos a pedir”, insistió Camargo.
CONSENSO EN PUNTOS CLAVE
El enfoque principal de la reunión será llegar a un acuerdo en torno a “dos o tres cosas fundamentales” que beneficien a la provincia, en lugar de presentar múltiples solicitudes dispersas. “No se trata de pedir más cosas, sino de pedir lo que es realmente necesario para resolver la situación de la cuenca del río Tambo y el bienestar de sus habitantes”, afirmó el alcalde de Deán Valdivia.
Camargo destacó que, a pesar de las diferencias, el objetivo común debe ser la protección del río Tambo, una fuente vital para las actividades agrícolas y la vida en la región. “Es fundamental que trabajemos unidos, porque el futuro del río y de nuestras comunidades depende de lo que logremos en esta reunión”, concluyó.
UNA OPORTUNIDAD DECISIVA
La reunión del 30 de octubre en Lima podría marcar un antes y un después en la gestión de la problemática ambiental de la provincia de Islay. La contaminación del río Tambo ha sido un tema de preocupación constante para los pobladores, quienes esperan que sus autoridades logren finalmente una solución efectiva y duradera.
La crisis del río ha afectado a agricultores, pescadores y comunidades enteras a lo largo de su cauce, y la población demanda acciones concretas. La capacidad de los alcaldes para actuar de manera unida será clave para que la voz de la provincia sea escuchada y atendida a nivel nacional.