La propuesta de recategorizar el río Tambo en la provincia de Islay, ha sido descartada como solución efectiva para combatir la contaminación por metales pesados, según informó la Autoridad Administrativa del Agua (AAA) Caplina Ocoña.
CONTAMINACIÓN: NATURAL Y ANTRÓPICA
Ronald Fernández, director de la AAA Caplina Ocoña, explicó que la presencia de arsénico y boro en el río Tambo tiene un origen dual. «Más de 200 fuentes termales y géiseres en la cuenca alta contribuyen naturalmente a esta contaminación», señaló Fernández. Sin embargo, el funcionario también apuntó a la actividad minera como factor agravante, mencionando específicamente las operaciones de la minera Florencia Tucari en la cabecera del río.
«Cambiar la categoría del río no va a hacer que el azufre ni el boro desaparezcan mágicamente», enfatizó Fernández. «Es un tema que va más allá de una simple recategorización administrativa».
BUSCANDO NUEVAS FUENTES HÍDRICAS
Ante esta realidad, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) está evaluando una propuesta innovadora: trasladar aguas tratadas del río Chili hacia la provincia de Islay, donde la escasez y calidad de agua ha alcanzado niveles críticos.
«Nuestra propuesta busca cambiar completamente la fuente de abastecimiento», explicó Fernández. «En lugar de depender del río Tambo, planteamos utilizar agua del río Chili, pero no directamente de la represa como algunos temen».
PROYECTO DE REUTILIZACIÓN HÍDRICA
El plan contempla aprovechar el efluente de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Enlozada, que actualmente vierte 500 litros por segundo al río Chili. La iniciativa propone utilizar 200 litros por segundo de este caudal para someterlo a un tratamiento adicional.
«Sedapar tiene la capacidad y el derecho de tratar estas aguas residuales», afirmó Fernández. «Con una planta de tratamiento convencional, podrían proporcionar agua de calidad superior a toda la provincia de Islay».
Este proyecto no solo promete resolver la crisis de agua potable en Islay, sino que también se presenta como un modelo de gestión sostenible de recursos hídricos en una región donde la escasez y la contaminación del agua son desafíos constantes.
La implementación de esta solución requerirá una inversión significativa en infraestructura y la coordinación entre múltiples entidades gubernamentales. (Con información de lalupa.pe)