POR: ECON. RICHAR MAQUERA QUISPE
El proyecto de ley 8091/2623 dice que se creará la Universidad Nacional Juan Vélez de Córdova, en la región Moquegua. Sin embargo, esta ley implicaría que se destine el 50% del canon minero a la nueva universidad.
Si esto ocurriera en el año 2024, significaría una suma de 20.5 millones de soles. Además, la nueva universidad podría atraer a 1,300 estudiantes que actualmente asistirían a la Universidad Nacional de Moquegua (UNAM).
Actualmente, la UNAM tiene un presupuesto total de 91 millones de soles, pero solo atiende a 2,500 estudiantes. Si la nueva universidad le quita a la UNAM el 40% de su capacidad económica, esta se vería seriamente limitada en su capacidad para recibir a más estudiantes por las limitaciones financieras.
Cabe recordar que la Universidad José Carlos Mariátegui, antes de que perdiera su licencia en 2019, contaba con un presupuesto de 40 millones de soles anuales y lograba atender a 14,000 estudiantes. Esto significa que, con la mitad del presupuesto que actualmente tiene la UNAM, la Mariátegui atendía cinco veces más estudiantes. ¿Podemos afirmar que los recursos no se están optimizando en favor de la población? De hecho, si la Mariátegui hubiera contado con 90 millones de soles, podría haber alcanzado una cobertura de matrículas de hasta 20,000 estudiantes. Esta sería una de las grandes limitaciones de la UNAM: no poder satisfacer la demanda educativa de la región. Cada año, alrededor de 3,000 jóvenes egresan de secundaria.
En la actualidad, el costo por estudiante en la UNAM es de aproximadamente 30,000 soles al año y, aun así, se reportan carencias en laboratorios e infraestructura. Esto sugiere que solo una élite podría acceder a la educación en la universidad nacional.
Si hoy el presupuesto de la UNAM es de 91 millones de soles y cubre a 2,500 estudiantes, la reducción del 40% de su capacidad económica dividiría esa cobertura en dos, afectando a ambas universidades, que tendrían que enfrentarse a severas limitaciones financieras.
En este contexto, hay dos opciones: solicitar un mayor presupuesto, algo que no ha sido previsto por el congresista Samuel Coayla, o esperar un incremento del canon minero debido a una mayor producción de cobre (Quellaveco), aunque con el riesgo de que los precios del cobre puedan disminuir en ciertos períodos.
Por otro lado, el proyecto del congresista señala restricciones presupuestarias confirmadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), indicando que «no habrá presupuesto disponible al menos hasta el 2025.
Al respecto, es oportuno recodar lo señalado por Cuenca respecto a la ampliación de cobertura de la educación universitaria sin calidad: «La experiencia muestra que la ampliación de la cobertura sin calidad no tiene sentido, castiga a los más pobres y no cumple con la movilidad social y mejora que la educación promete. Una persona formada en una institución de mala calidad solo contribuirá a incrementar las tasas de subempleo profesional o peor aún, la informalidad del país.”