POR IDL-REPORTEROS
Nuevos testimonios que forman parte de las investigaciones policiales, fiscales y judiciales, y otros recabados por IDL-Reporteros, aportan mayores luces sobre cómo el suspendido juez supremo César Hinostroza conoció y forjó un estrecho vínculo con el empresario automotriz Antonio Camayo, personaje clave tanto en su relación con algunos de los miembros más notorios de Fuerza Popular como en el intercambio de favores y beneficios indebidos con el presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo.
El gerente general de IZA Motors y el juez supremo se conocieron en el Estadio Monumental del Club Universitario de Deportes, durante un partido de fútbol entre exjugadores de la Selección Peruana y magistrados, hacia el 2014 o 2015. A partir de ese momento, se vieron en varias ocasiones en reuniones sociales y privadas con políticos, empresarios, magistrados y miembros del Consejo Nacional de la Magistratura.
Una reunión hasta ahora desconocida, que explica mejor la relación de Hinostroza con el fujimorismo, es la que tuvo lugar en la casa del empresario los primeros días de mayo pasado. En ese encuentro participaron César Hinostroza y el congresista fujimorista Héctor Becerril, según testimonios recogidos por las autoridades a cargo de la investigación. El objetivo fue coordinar una reunión con Keiko Fujimori. Días después, de acuerdo a las mismas versiones, el juez supremo acudió a esa cita en la casa de la propia lideresa de Fuerza Popular.
Precisamente, en una conversación telefónica del 3 de mayo pasado – publicada por Panorama – Camayo e Hinostroza coordinan una reunión con la ‘señora K’. “¿Qué tal hermanito? ¿Cómo va la cosa?”, preguntó el juez. “Me llamó la señora. (…) Y quiere mañana a la 1 juntarse unos minutos con usted en mi casa”, comentó el empresario. “¿Cuál señora? Así en forma genérica, así en forma genérica, señora qué…”, insistió Hinostroza. “K…La que usted fue a su casa pues, y le dio, caramba…la del, la del, caramba…este…la fuerza número 1…”.
Entrevistado por RPP en esos días, César Hinostroza no quiso revelar la identidad de la ‘señora K’. “No tengo obligación legal de decir con quién me reúno”, dijo. Días después, durante el interrogatorio al que fue sometido por el fiscal José Domingo Pérez, que investiga los aportes a la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2016, se abstuvo de declarar con respecto a los audios, específicamente sobre la identidad de ‘la señora K’ y su relación con el fujimorismo.
Para ese momento, César Hinostroza ya había sido grabado cuando llamaba al congresista Becerril, quien le pidió hablar luego porque estaba en una reunión. “Yo creo que ya hablamos por mensajes, ya decidimos…”, le dijo el juez en una conversación del 7 de mayo.
A las pocas semanas de esta conversación, la Sala Suprema que presidía Hinostroza admitió el recurso de casación interpuesto por la defensa de Keiko Fujimori para revertir la decisión judicial que permitió que el fiscal José Domingo Pérez adecúe la investigación por el Caso Cócteles a la Ley de Crimen Organizado.
La relación de cercanía entre Hinostroza y el fujimorismo no era reciente. Tampoco lo eran las comunicaciones en fechas claves para el partido. La conversación telefónica más lejana sobre el tema que IDL-R ha detectado data del 26 de diciembre pasado, dos días después de que Alberto Fujimori fuera indultado por el entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski. Esta vez, el juez sostuvo un diálogo con un interlocutor no identificado sobre el interés de [una o un] Fujimori de reunirse para almorzar. “… Fujimori nos manda buscar, compadre. ¿Qué cosa quiere?… Un almuerzo, que sé yo…”, dice Hinostroza mientras marca el número de su esposa. Consultados en su momento por IDL-R, tanto Alberto como Kenji Fujimori negaron conocer a Hinostroza.
El martes 6 de marzo pasado, mientras la Fiscalía allanaba las viviendas de Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya –sindicados por Jorge Barata como los intermediarios para recibir los aportes de Odebrecht a la campaña presidencial de Keiko Fujimori en 2011– Hinostroza intentó comunicarse vía telefónica con Becerril. “Sabes, quiero hablar con el amigo, [con el] que siempre coordinábamos”, le dijo Hinostroza a su interlocutor.
De acuerdo con versiones que IDL-R ha podido reconstruir, Becerril e Hinostroza coincidieron en la fiesta de cumpleaños de Antonio Camayo por sus cincuenta años, el 13 de febrero de 2017. Según un testimonio, entre los asistentes estuvieron Edwin Oviedo, el empresario Aquilino Flores y los familiares del gerente general de IZA Motors. Los artistas Hernán Vidaurre y Manolo Rojas animaron la fiesta. Entrevistado por IDL-R, Vidaurre dijo que recordaba haber visto a Becerril y a Phillip Butters. “Nos llamaron para colaborar, hacer un pequeño show. Terminamos y nos fuimos”, señaló.
Para entonces Becerril ya había actuado como lobista del fujimorismo en las elecciones de ese año para la Presidencia del CNM. Una noche se presentó en la casa del consejero Guido Aguila para presionar al también consejero Baltazar Morales a que diera su voto para ese cargo a Julio Gutiérrez, el candidato de Fuerza Popular.
César Hinostroza también es cercano al congresista fujimorista Miguel Torres, a quien le pidió en enero pasado – por intermedio de Camayo – que contratara a su hija como practicante en el estudio Torres y Torres Lara, de la familia del parlamentario.
Meses después, según testimonios recogidos por las autoridades, Torres le pidió a Camayo que organizara una reunión con Hinostroza para hablar de un proyecto de ley vinculado a lavado de activos. Era mayo y el Congreso debatía una ley para supervisar a las cooperativas de ahorro y crédito, a la que la bancada fujimorista se había opuesto. El bufete de los hermanos de Torres tenía en esa época como clientes a 18 cooperativas.
Hasta el cierre de este informe, IDL-R intentó contactar sin éxito a Keiko Fujimori y a los congresistas Héctor Becerril y Miguel Torres.
LA RELACIÓN CON OVIEDO
De acuerdo con las investigaciones en curso, Edwin Oviedo conoció a César Hinostroza a través de Antonio Camayo, en un contexto judicial difícil para el presidente de la Federación Peruana de Fútbol.
Oviedo estaba siendo investigado en Chiclayo por el asesinato de dirigentes sindicales de la azucarera Tumán, conocido como el caso ‘Los Wachiturros de Tumán’. En 2006, el empresario había tomado el control de la azucarera al comprar a un acreedor de Agroindustrial Tumán una deuda de más de dos millones de dólares.
“Había una organización criminal dedicada a silenciar a todos los opositores a la administración judicial que había sido designada por el señor Edwin Oviedo. La teoría de la Fiscalía está relacionada con el hecho de [querer] permanecer en la administración de la empresa Tumán y apropiarse del patrimonio de la empresa con la finalidad de mantenerse por 9 años y medio. Cualquier opositor, definitivamente era callado”, dijo el fiscal del caso, Juan Carrasco Millones, en una entrevista a RPP.
Las investigaciones del caso Los Cuellos Blancos del Puerto han permitido establecer ahora que Edwin Oviedo estaba interesado en obtener la ayuda de César Hinostroza para neutralizar las pesquisas del fiscal Carrasco, que lo involucraban en presuntos delitos de homicidio calificado, asociación ilícita para delinquir y tenencia ilegal de armas. Es por esa razón que, según testimonios recogidos por las autoridades en el marco de este caso de corrupción en el sistema de justicia, presuntamente ambos acordaron un pago mensual de poco más de 3 mil soles a cambio de que el juez mantuviera informado a Oviedo sobre el desarrollo del proceso judicial, además de indicarle qué escritos debía presentar su defensa y revisarlos previamente, antes de ser presentados.
Entre los meses de mayo y junio de este año, hubo una reunión en la casa de Hinostroza en la que participaron Antonio Camayo, Edwin Oviedo y su abogado. El motivo era conversar acerca de la casación presentada por el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). En una siguiente reunión en la casa del empresario automotriz, siempre según los detalles revisados para este informe, Hinostroza y Oviedo llegaron a un nuevo acuerdo que consistía en que el primero le haría favores judiciales a cambio de ir al mundial con todo pagado.
Según testimonios que figuran en los documentos de la investigación, Oviedo instruyó al jefe de marketing de la FPF para que asignara seis códigos de entradas para Hinostroza, las mismas que fueron pagadas con la tarjeta de crédito de una persona de confianza del juez supremo. El dinero gastado en esta compra y en los boletos aéreos, unos 8 mil dólares, fue supuestamente reembolsado luego por Oviedo a Hinostroza. Además, esta versión indica que Oviedo le entregó cinco mil dólares adicionales para cubrir los costos de los traslados internos en Rusia.
La Federación respondió a una consulta de IDL-R para esta investigación, a través de un comunicado, indicando que “en ninguno de nuestros registros de venta para el Mundial Rusia 2018 figura adquisición alguna de entradas a nombre del señor César Hinostroza, ni pagos realizados por él a la cuenta bancaria de la FPF. El señor Hinostroza tampoco figura en nuestro registro de entradas de cortesía. Asimismo, el presidente de la FPF, Edwin Oviedo, ratifica personalmente que él tampoco le regaló entradas al señor Hinostroza”.
Esta madrugada, el Poder Judicial dictó 36 meses de prisión preventiva para Antonio Camayo y otras 12 personas por su presunta participación en una organización criminal liderada, entre otros, por Walter Ríos, expresidente de la Corte Superior de Justicia del Callao.
En los próximos días, el fiscal supremo Pablo Sánchez deberá decidir si incluye el cargo de crimen organizado en la denuncia constitucional, ya presentada por el Ministerio Público al Congreso, contra el suspendido juez supremo César Hinostroza, el otro protagonista de los CNMAudios.