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22 noviembre, 2024 2:45 pm

Agua que no has de beber

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEM)   

Dice el dicho “Agua que nos has de beber, déjala correr” para referirse que una persona que prioriza las actividades debe realizar y no las que no le incumben. Sin embargo, en el país el dicho podría ser cambiado por “Agua que no va a correr, dejaras de beber”, en el entendido que ha comenzado a reducirse las cantidades de agua destinada para el consumo humano y las actividades productivas.

En el “XXI Foro del futuro: crisis del agua; el desafío del estrés hídrico” organizado por la CEPLAN y la Universidad del Pacifico en su documento base analizan el tema del estrés hídrico (diferencia entre la demanda de agua y el agua disponible, también cuando se limita el uso del agua por una disminución de su calidad) que el Perú está en estrés hídrico agravado. Esta a su vez se divide entre la escasez física y la escasez económica, la primer se da porque la cantidad de agua disponible no alcanza para cubrir el consumo humano, la segunda es cuando existen brechas de inversión en agua y la débil capacidad para atender la necesidad de agua. El Panorama sobre el Perú es muy preocupante ya que los recursos dan agua disponible ha disminuido desde el 2015 al 2021 de 4.68% a 3.74%. Si nos adentramos en sus departamentos Lambayeque y Arequipa tiene elevados niveles de estrés hídrico, le siguen Moquegua, Tacna, Piura y la Libertad.

Con respecto a las cuencas con extremadamente altos estrés hídrico, donde se extrae más del 80% del suministro de agua, tenemos en el norte a del Rio Piura y los ríos Chancay, Chicama, Jequetepeque y Moche. En el sur esta las Cuencas del rio Chili (Arequipa) y la del rio Locumba (Tacna). Estas zonas tienen una fuerte presión hídrica. Contradictoriamente en la estadística internacional el Perú aparece con alta disponibilidad hídrica al extremo de ser considerada la Amazonia como la gran reserva mundial de agua. La explicación es que la selva peruana tiene caudalosos ríos y poca densidad poblacional mientras que el norte y sur costero tienen ríos de bajo caudal de agua y elevada concentración poblacional. Entonces la presión hídrica está en la vertiente del Pacifico del país donde la población alcanza el 64.9% y la oferta de agua es solo 1.6% del total nacional.

Un caso particular es Lima Metropolitana, de gran concentración poblacional, incremento el consumo de agua per cápita, en el 2016 en promedio un habitante consumía 42 m3 por año y el 2018 paso a 50 m3 por año y todo indica que lo seguirá haciendo. La dificultad es que ocurrirá un aumento de la presión de volumen de agua dulce necesaria para disminuir la carga contaminante hasta el nivel requerido por las normas legales. Los estudios avizoran un fuerte estrés hídrica y para reducirlo se tiene disminuir su crecimiento, prepararse para enfrentar el cambio climático y asegurar la disponibilidad de agua. Sin embargo, los estudios aseguran que el estrés hídrico aumente lamentablemente prospectivamente desde los datos del año 2020 al futuro del 2050.

La crisis del agua es una amenaza muy seria que no está siendo abordada de manera eficiente. No ayuda a la prevención el vigente Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos que está conformada por todas las instituciones públicas del agua en especial la Autoridad Nacional del Agua (ANA) que a decir de la OCDE es muy compleja y descoordinada, con funciones superpuestas y duplicadas, dificultades para delimitar los distritos de cuenca, desarticulación de los planes hídricos, escasos recursos financieros, elevados conflictos sociales y ambientales, dispersión de la información entre otros.

Con respecto a los departamentos del sur oeste del país el acceso a agua por red pública (dentro de la vivienda, fuera de la vivienda, dentro de edificio o pilón de uso público) tienen alta cobertura y lo encabezan en todo el país Moquegua con 97,8%, Tacna 97.8% y en quinto lugar Arequipa con 96.8%. Lo que quiere decir que el estrés hídrico en ellos no será por la carencia de infraestructura de saneamiento, si lo será por los recursos hídricos que siempre fueron escasos y lo seguirán siendo más.

Es un buen momento de profundizar el dialogo en la población y buscar alternativas entre varias que existen como por ejemplo el proceso de sustitución de riego por gravedad por el tecnificado.

Análisis & Opinión