POR: ENRIQUE LAZO FLORES
Con el panorama más claro y las intenciones casi definidas, Dina no renunciará, y con el Congreso se queda hasta el 2026. La crisis va bajando de intensidad, mientras zonas en conflicto como Puno, Cusco, Ayacucho, Arequipa, sectores definidas, no todas, cumplieron una segunda oleada de protestas llamada “la segunda toma de Lima”.
La población sigue con su día a día buscando cómo recuperar su economía, maltratado por la pandemia y la crisis política, buscando cómo salir a trabajar, un gran sector de población, especialmente del sur como Puno, siguen en sus protestas con el mismo coro de “Dina renuncia y nuevas elecciones”, estribillo de nunca acabar, mientras que en el Ejecutivo viven otra dimensión del momento, maquillando una verdad que denota un abuso de poder con más de 70 muertos, y en el Legislativo, contagiados de costumbres de una otrora burguesía que se movían entre ambientes de perfumados arreglos florales, adornados de caros espejos, coloridas alfombras, celulares de última gama, estacionamientos privados, “bonificaciones extras”, propios de una clase política que se jactan de “comer rico”, caros bufets con platos exclusivos que les hacían sentir estar viviendo la época de la burguesía limeña, muestran la otra cara de un Perú profundo, sumido en el olvido y la miseria.
Mientras eso pasa en este país, los que generan miles de puestos de trabajo, convirtiendo los recursos naturales, generando la economía que permita sostener la calidad de vida en el interior del país, pese a las agresiones y satanizaciones, con las vías bloqueadas, campamentos incendiados, siguen trabajando de manera silenciosa, tratando de no perder “el cuero de dónde sacar más correas” que sirva para mejorar la calidad de vida del poblador, aun con el descuido y el olvido de este gobierno de darles garantías y protección para seguir manteniendo la esperanza en la minería.
En medio de este conflicto, el Perú tiene una cartera de inversión minera factible de ser ejecutada en el período 2023-2024 ascendente a 8,000 millones de dólares y en este panorama político, esta cartera de proyectos se encuentra en diferentes etapas de desarrollo las mismas que este gobierno debe impulsar, acelerando los proyectos que se encuentran más avanzadas, lo que va permitir que se mejoren las condiciones para la inversión en general, porque de estas condiciones dependerá promover el crecimiento de la economía.
No olvidemos que en el país existen proyectos que ya tienen permisos inclusive revaluados que esperan ser atendidos y empezar a trabajar, necesitamos salir de este entrampamiento político que está dañando al país, para seguir siendo competitivos y no quedarnos en el discurso vacío que somos el primer o, el segundo productor de cobre y hasta allí llegamos, debemos mantener el sitial que somos los primeros recaudadores de impuestos en el país, porque esta actividad representa aproximadamente el 12% de los ingresos totales.
Esto se debe mantener, y se logrará solamente contando con un ambiente propicio para la inversión, garantizando que la minería promueva el desarrollo, evitando la destrucción de la propiedad pública, sin bloqueos de carreteras, se debe entender que el sector minero tiene un rol fundamental en la economía y el desarrollo de la infraestructura, especialmente en el sector educación.
Estamos a días de empezar las clases escolares, mientras que el Minedu se queja que el Perú necesita 152 mil millones de soles para atender la infraestructura educativa, en el sur como Tacna, Moquegua, Arequipa, la Southern Perú está construyendo colegios en el nivel primario, secundario y de Alto Rendimiento, con varios miles de millones de inversión, son necesidades que no puede atender el gobierno y las que se debe poner en valor.
Sin embargo, la inestabilidad política está poniendo en peligro a la minería, formal y responsable, con grupos anti mineros, intentando paralizar el avance, amenazando retroceder varias décadas de atraso con la elaboración de una nueva constituyente y la revisión de contratos que a todas luces ha generado la estabilidad económica que goza en este momento el Perú.
Lo que es concreto y esto también se debe reconocer, pese a que muchos no estén de acuerdo, el modelo económico con los que se ha gobernado a este país en los más de 25 años y en este momento gozamos los peruanos, es el modelo fujimorista implementado por Alberto Fujimori y con este mismo modelo, Alan García gobernó en su segundo periodo, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, PPK, Martín Vizcarra, incluido los gobiernos de transición, y nadie ha sido capaz de cambiar este modelo, solamente Pedro Castillo ha tenido un discurso de revisión de contratos y devolver la Perú las empresas privadas, propuesta que no prosperó y la que ha generado esta crisis política que se vive en este momento de manera injusta.
Está demostrado que la minería ha contribuido al desarrollo del país, sin embargo, eso no es reconocido por este gobierno, pese a ello, este sector minero, está cumpliendo con su responsabilidad de elevar la calidad de vida de los ciudadanos, en lugares donde operan y está atendiendo lo que este gobierno no lo hace, por lo tanto, se debe continuar con el cierre de brechas, y atender a las necesidades que se está generando por esta crisis política, que Dina Boluarte no puede solucionar, pese a estar en la ruta del fujimorismo.