POR: ECONOMISTA RONY CORVERA (DIRECTOR DE PRECISO CONSULTORÍA)
El III Foro de Líderes Moquegua en Acción, organizado por Anglo American Quellaveco, nos dejó varios temas para pensar y debatir, siendo uno de ellos la constatación de que el sistema de salud de la región es uno de los mejores del país. La pandemia del COVID-19 no lo puso en crisis, como sí sucedió en otras partes del país.
En el Foro pudimos mostrar que Moquegua tiene la segunda tasa de letalidad más baja del COVID-19 en el país, con un 3.3%, pese a que el 28% de su población se contagió por el virus. Y esto ha sucedido, claramente, porque el sector salud de Moquegua es de los mejores del país, ocupando el cuarto puesto, según el Índice de Competitividad Regional del 2021.
Ello permitió que los tratamientos y las recomendaciones para manejar el COVID-19 lleguen rápido a la población. Las cifras indican que por cada 100 mil habitantes hay 3.1 hospitales, 16.1 centros de salud, 183 médicos colegiados, 10 médicos especialistas, 4.2 consultorios médicos y de otros profesionales de la salud.
Sin embargo, estar entre los mejores del país no significa que debamos quedarnos con los brazos cruzados. Comparados con otros países desarrollados que dependen de recursos naturales como Noruega, Finlandia o Suecia, estamos muy lejos. Además, tenemos problemas típicos de países subdesarrollados como tener recursos económicos y más de la tercera parte de menores de edad con anemia por deficiencia de hierro.
La gran pregunta que debemos de hacernos es ¿podemos hacer algo para reducir la cantidad de niños y niñas con anemia por deficiencia de hierro? Por supuesto, la respuesta es sí. Es tiempo de tomar la responsabilidad de controlar la entrega de suplementos de hierro a las familias con menores de edad con anemia y asegurar el consumo adecuado de ese hierro. Para medir el avance en la salud de los menores, necesitamos equipos especiales para medir la hemoglobina en la sangre, que no demandan tanta inversión y son fáciles de manejar sin necesidad de conocimiento técnico avanzado.
El sector salud necesita mejorar la cantidad de camas hospitalarias que tiene. Si bien por cada 100 mil habitantes hay 243 camas (el promedio nacional es de 160), aún estamos por debajo de países como Finlandia (361), Suiza (470) y Noruega (353). De igual manera, el número de médicos por cada 100 mil habitantes en estos países casi triplica la cifra regional, que es de 183.
El otro frente de trabajo es la prevención. ¿Cómo podemos mejorarla? Ya se cuenta con un padrón validado y actualizado, gracias a la vacunación del COVID-19. Ahora podemos empezar a realizar acciones para dar seguimiento a la salud de nuestra gente y trabajar en la promoción de hábitos saludables, como el deporte, la buena alimentación y valorar el cuidado de la salud mental.
El reto está en que los principales actores del sector salud de Moquegua coordinen sus esfuerzos. Esto es, un trabajo conjunto entre establecimientos de salud que pertenecen al Ministerio de Salud, a la Gerencia Regional de Salud, y a los gobiernos provinciales y locales. Pero también las iniciativas privadas deben ser valoradas.
Finalmente, la Sociedad Civil tiene el reto de monitorear el cumplimiento de las medidas en un sector de suma importancia y de procurar que Moquegua sea capaz de emprender una mejora en la vida de todos quienes viven en ella.
