POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA
Indudablemente, Moquegua no es únicamente, el pisco y Cuajone, no solo hay guargüeros, leche de monjas, y alfajores de penco. Moquegua está mucho más allá, con un pasado que hunde sus raíces en varios milenios, y proyecta la imagen de un proceso geo histórico cultural tan grande, que no puede dejar de mencionarse, ahora que se conmemora su comienzo urbano de acuerdo a la traza urbana de los conquistadores españoles.
Moquegua tiene sus personajes: Juan Vélez de Córdova, Domingo Nieto Márquez, Mercedes Cabello de Carbonera, Luis E. Valcárcel, José Carlos Mariátegui, Ismael Pinto Vargas, y otros tantos cuya lista merece un artículo especial. Y en este universo, se cuentan las reliquias de Santa Fortunata que se veneran en la ciudad, y se tienen con especial esmero.
Si bien es cierto, hoy nos convoca la fecha fundacional de Moquegua, el 25 de noviembre de 1541, y la figura del hidalgo Pedro Cansino, es preciso rememorar algo de las páginas de Moquegua en todos los tiempos, como el paso del naturalista italiano Antonio Raimondi, quien estuvo en Moquegua, en abril de 1864, como queda constancia por las cartas que escribió desde este lugar.
De estos días es su impresión por la belleza de las moqueguanas, a quienes les atribuyó mejor atractivo con respecto a otras mujeres del Perú, recordemos que el naturalista venía recorriendo todo el país, y se había encontrado con rostros femeninos en todas partes, sin escaparse sus apreciaciones sobre las moqueguanas.
El trayecto seguido por Raimondi antes de llegar a la ciudad de Moquegua, fue la ruta que lo llevó a Omate, Ubinas, Quinistaquillas, y Carumas; siguió a Moquegua, siendo sorprendido por una gran tormenta que describe en su itinerario de viajes, que complementó con diversas anotaciones, como la que señala, que, en 1600, la erupción de un volcán destrozó los pueblos de Omate, Quinistaquillas y Quinistacas. Poco después describe la ciudad de Moquegua, y continúa viaje para Ilo, elogiando las aceitunas de ese lugar. Salió de Moquegua, rumbo a Locumba. El colegio Antonio Raimondi en Santa Cruz de Oyo Oyo, en el distrito de Ichuña, en la provincia de General Sánchez Cerro, recuerda el paso del viajero, por tierras moqueguanas.
Hemos revisado el libro, Bibliografía Regional Peruana, de Carlos Moreyra Paz Soldán, editada por Librería Internacional del Perú S. A. en Lima, en 1967, en la que se señala entre otros trabajos sobre Moquegua, a las publicaciones de Evaristo D´Ornellas, sobre el estado de la vid y sus productos, señalando como mejorar su cultivo.
En la misma Bibliografía Regional se menciona la publicación de 430 páginas, de Fernando Domínguez, sobre “El colegio franciscano de propaganda fide de Moquegua”, editado en 1935, en Madrid. El trabajo se elaboró sobre la base de consultas en el archivo de la municipalidad, en el archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores, y en otros repositorios que permitieron una visión integral de lo titulado.
Este trabajo se aproxima a la fundación de la ciudad, en 1541, a los cambios de emplazamiento, así como a la descripción del paisaje colindante, tanto como a la evolución de títulos del conglomerado urbano, y a la circunscripción provincial y departamental, señalando los efectos de los terremotos en la ciudad.
En esta publicación se cita la “Pequeña Antología de Moquegua”, de Ismael Pinto Vargas, que aproxima a los moqueguanos a las raíces de su identidad, al presentar en un todo unitario de 336 páginas, diversos tópicos de lo moqueguano, en los que se encuentran resplandores que fortalecen el orgullo de quienes han nacido en esa cálida ciudad, que hoy está de aniversario.