POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS
Las luchas por la emancipación en el continente se dieron a partir de 1810, estimuladas por el ejemplo que dieron Caracas y Buenos Aires. La ciudad de Moquegua proclamó su independencia hasta en tres oportunidades.
La primera de ellas ocurrió cuando Pumacahua y los hermanos Angulo toman la ciudad de Arequipa en noviembre de 1814. Una columna de revolucionarios entró a Moquegua coludida con Bernardo Landa Vizcarra que se desempeñaba como jefe miliar de la villa, quien proclamó la independencia apoyando con este gesto la revolución. Tomaron la ciudad durante treinta días.
Entonces se encontraba de visita pastoral el obispo de Arequipa Luis Gonzaga de la Encina, que, valiéndose de Viviana de la Flor, esposa del sublevado, logró convencerlo para que traicione a los rebeldes.
Así sucedió. Landa apresa a los líderes y los entrega a las fuerzas realistas que acaban enviándolos a la ciudad de Arequipa, donde serían fusilados. Landa fue premiado con la subdelegación de la villa de Moquegua. Con la llegada de Miller, en 1821, Landa se uniría a su ejército, y después de una brillante campaña, en la que fue uno de los más destacados, retorna a Moquegua en julio de 1822. En esta ocasión sería capturado y ejecutadlo el 20 de julio.
Por este gesto heroico, años después, en 1823, la villa de Moquegua fue elevada a la categoría de ciudad.
En 1823 se pone en ejecución la campaña a puertos Intermedios. Rudecindo Alvarado conduce un ejército de 4 mil hombres que desembarca en Arica. Después de unas semanas de inactividad, es atraído por las fuerzas de Valdés hacia Torata.
El día 19 los patriotas son derrotados por un enemigo que fue reforzado con la caballería de Canterac que arribó por la tarde. Huyeron a Moquegua, y el 21 la derrota se convirtió en desastre en las puertas de la ciudad. A Lima apenas llegaron 500 sobrevivientes. Medio año después se repite la campaña.
En esta ocasión al mando de Santa Cruz. Al llegar las fuerzas a Moquegua, el día 6 de julio Federico de Brandsen proclama la independencia en la plaza de la ciudad. Las autoridades por la mañana se reunieron en la plaza de Armas portando la bandera nacional, donde se había levantado un estrado frente al templo de la Matriz y el escuadrón Húsares de Junín se había formado a los costados. Frente a los santos evangelios recibió el juramento del clero, del gobernador y del pueblo.
Luego de una proclama dirigida al pueblo por el coronel Brandsen, que era quien encabezaba la ceremonia, ingresan al templo para asistir a una misa de acción de gracias. Poco después parten a Puno. El 25 de agosto, luego de una brillante victoria en Zepita, los patriotas, que no pudieron unir sus fuerzas, son perseguidos y huyen desesperados: Esta campaña fue conocida como la campaña del talón.
En las escrituras que durante estos días se redactaban ante los notarios, en el encabezado se escribía “Vivía la Patria”. Después de la derrota, una vez nuevamente los realistas dueños del territorio, en algunos casos se tachó o se trató de borrar este lema.
En el sur se volvió a enseñorear el ejército realista, un año más. Después fueron las victoriosas batallas de Junín y Ayacucho, cuando se consolida la independencia.
Como reconocimiento al triunfo de Ayacucho, en la plaza de Armas de nuestra ciudad se juró la independencia nacional el 13 de marzo de 1825. La ciudad de Arequipa lo había hecho un mes antes, el 6 de febrero.
Por el heroísmo demostrado en estas campañas, cinco años después, en 1828, el Congreso durante el gobierno de La Mar, dio una ley por la cual se consideraba que la provincia de Moquegua, especialmente su capital, ha prestado servicios muy distinguidos a la causa de la independencia, que por ellos ha sufrido las mayores hostilidades y perjuicios de los enemigos que saquearon la misma capital, reduciéndola a un estado deplorable, que la ha hecho digna de la consideración de la representación da la nación, la ciudad e Moquegua tendrá el título de benemérita a la patria, y el pueblo de Torata el de villa.