Por: Noé Carpio Toranzo
Chile nos declaró la guerra del Pacifico el 5 de abril de 1879, siendo presidente del Perú, el general Mariano Ignacio Prado; de Bolivia, Hilarión Daza – causante del conflicto – y de Chile, Aníbal Pinto.
La escuadra chilena salió días antes de Valparaíso hacia el Callao, alejada de la costa para caer de sorpresa en el puerto peruano, mientras que los buques peruanos salieron del Callao hacia el sur, con el presidente Prado, pegados a la costa sin encontrarse en alta mar.
Las naves peruanas llegaron sin novedad al puerto de Arica y enterados de que el puerto de Iquique estaba bloqueado por dos naves chilenas, los buques peruanos “Huáscar” y el blindado “Independencia”, fueron autorizados para continuar al sur y romper ese bloqueo.
El “Huáscar” se encargó de “La Esmeralda” y la “Independencia” de la “Covadonga”, con diferentes resultados:
El “Huáscar” después de varios intentos con el espolón, hundió a la nave chilena, muriendo en la cubierta del buque peruano el capitán de la “Esmeralda” Arturo Prat con otros, en su intento de abordaje – desde entonces es el máximo héroe naval chileno.
Mientras el “Huáscar” dedicó valioso tiempo en recoger a los náufragos chilenos, la “Independencia” en su intento de echar a pique a la “Covadonga”, chocó en un bajo o roca submarina y naufragó lamentablemente, dedicándose la nave chilena a eliminar a los náufragos peruanos, salvándose algunos con la llegada del “Huáscar”.
Este primer combate naval fue un desastre para el Perú, porque perdimos el mejor buque de nuestra armada, poco entrenado y preparado para cosas mayores, mientras Chile perdió una nave histórica de madera.
Prácticamente en este combate naval de Iquique perdimos la campaña marítima, quedando solo el “Huáscar” y “La Unión”, durante 5 meses bien luchados, hasta el 8 de octubre en que perdimos al “Huáscar” en Angamos.