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22 noviembre, 2024 11:01 am

“Si mañana fueran las elecciones los votos nulos y blancos ganarían en primera vuelta”

POR: MILTON GARCÍA (director del programa “CULTURA PERÚ”)   

Julio Failoc es economista egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos- UNMSM. Ha egresado también de la Maestría en Gerencia Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú-PUCP. Es uno de los analistas políticos más reputados del sur del Perú. Es especialista en Comunicación Estratégica y Gestión de Conflictos Socio ambientales.

Actualmente es director de la Revista de análisis y opinión “Apuntes a Lápiz” del Grupo Desarrollo y Comunicación SAC. Es columnista de La Prensa Regional, Noticias Ser y RCR, además comentarista de diferentes medios de comunicación escrita, radio y televisión. Acaba de lanzar el primer número de la revista dedicado a desarrollar un análisis de las tendencias electorales del 2021.

Milton García (MG): ¿Qué de particular tiene el contexto político en las elecciones presidenciales y congresales, de qué manera afecta el proceso electoral? 

Julio Failoc (JF): Estas elecciones están enmarcadas dentro de un contexto de desconfianza creciente de los electores hacia la clase política en general, esto debido a los sucesivos escándalos, cada uno más grave que el otro, donde están involucrados políticos de casi todos partidos.

El golpe contra Vizcarra en plena crisis económica y sanitaria que generó tengamos tres presidentes en menos de una semana, el escándalo por uso indebido de las vacunas de parte de un sector privilegiado (Vacunagate) y la amenaza permanente del congreso de vacar al presidente Sagasti, no solo genera inestabilidad política, sino también el incremento de la desconfianza.

MG: En la revista “Apuntes a Lápiz”, que acaban de lanzar, haces un análisis de tendencias y de las posibilidades electorales de tres grupos a los cuáles le llamas pelotón de primera línea, intermedio y los de abajo. Empecemos por los que están en primera línea.  

JF: Aquí vemos hasta tres tendencias que van configurándose con mayor claridad. La caída de Forsyth y de Guzmán, el crecimiento de Lescano y un crecimiento de los votos nulos y blanco en relación de procesos electorales anteriores producto de la desconfianza. Si a ello se agregamos la tendencia creciente del ausentismo que viene de hace 20 años y que se podría agravar por el temor al contagio del Covid, la situación se presenta como crítica poniendo en riesgo la legitimidad de las elecciones presidenciales.

MG: ¿Y por qué pondría en riesgo la legitimidad de las elecciones, podrías ampliar la idea?

JF: Mira, el ausentismo electoral ha ido creciendo desde hace 20 años. En el 2001, el nivel de ausentismo llegaba al 19% de la población electoral, esto bajó el 2006 y el 2011, para luego crecer en el año 2016, alcanzando 18% y después remontar hasta el 26% en las elecciones congresales del 2020. Algo parecido ha ocurrido con el voto nulo y blanco que, si bien han sido menor, no deja de ser una preocupación por el significado de rechazo a todos los candidatos.

En el 2001 el voto nulo era del 8% subiendo al doble en el 2006. En las últimas elecciones los electores que invalidaron sus votos alcanzaron el 19%. Si sumas el ausentismo y los votos nulos y blancos ya estamos hablando de cosas serias. Ahora, la cosa no queda allí, porque hay dos elementos recientes en el análisis que hay que incorporar: el ausentismo, que podría generar el miedo al contagio, y la potencial avalancha de votos nulos y blancos por los recientes escándalos.

CPI en su última encuesta registra una tendencia de los indecisos a votar blanco o nulo, aunado al 19% que piensa invalidar su voto, suman casi el 40%, lo que no solo pondría en cuestión el proceso electoral, sino que también debilitaría la legitimidad de los candidatos que pasaría a la segunda vuelta. Para ser más claro: el ausentismo y el creciente número de votos inválidos podrían poner en cuestión la legitimidad de las elecciones y de los candidatos que pasan a la segunda vuelta.

MG: ¿O sea si sumamos el ausentismo y los votos nulos y blancos se podrían anular las elecciones?

JF: No tanto así, porque son dos cosas que van en carriles diferentes. Una elección puede anularse solo si los votos nulos y blancos alcanzan los dos tercios. En relación al ausentismo no está contemplado en la ley orgánica de elecciones.

MG: Caramba que complicado… pero regresemos al pelotón en primera línea. ¿A cuál de ellos le ves posibilidades de pasar a la segunda vuelta?

JF: Yo creo que Lescano porque está en tendencia creciente. Forsyth y Guzmán la tiene complicada porque su tendencia es decreciente.  Keiko y Mendoza se han mantenido estancados varios meses y recién en las últimas encuestas apenas han crecido.

Lo de Forsyth era una tendencia que se veía venir. En agosto del año pasado tenía 25%, con una tendencia a la baja los meses de setiembre y octubre, se estabilizó entre los meses de noviembre a enero con promedio de 17%, y el último mes cayó 6%, y lo más probable es que siga cayendo. Su caída obedece a la evidencia de sus limitadas capacidades como estadista, sobre todo en el segmento juvenil que es donde cae un 10%. Al parecer los jóvenes van a ser más exigentes y menos dispuesto a regalar su voto.

Por el contrario, Lescano que estaba estancado en 3%, empezando a remontar los dos últimos meses hasta lograr 10%. Este crecimiento se podría explicarse porque es el candidato que mejor se alinea con el problema principal que percibe la población, que no es otra que la lucha contra corrupción. Además de ello, su discurso radical y de cuestionamiento a las grandes empresas, empata mejor con un electorado que exige cambios, sobre todo en materia económica. Ahora si de tendencias hablamos lo más probable es que Lescano pase a segunda vuelta.

Keiko como lo hemos venido señalando ya no es percibida como la única candidata fujimorista. Compite ahora por el voto fujimorista con de Soto y López Aliaga. Lo que pase con ellos le favorecerá o le perjudicará su pase a la segunda vuelta. Su estrategia de cambiar la “K” por Fujimori al 20021, la mano dura, ni el anuncio de indultar a su papá le ha surtido efecto.

Mendoza luego de haber bajado 2% entre agosto y setiembre, empezó a subir un punto por mes hasta diciembre hasta alcanzar el 7%, manteniéndose en enero y subir apenas un punto en febrero, siento prácticamente la única candidata de izquierda que figuraba en las encuestas.

Todo parece indicar que llamar “aliados estratégicos” a los grandes empresarios no ha caído bien al electorado izquierdista acostumbrado al discurso antisistema y anti empresarial. Lescano se apropió del discurso radical de la izquierda, sobre todo en el sur donde la ha desplazado del primer lugar. Si no cambia su estrategia podría quedar fuera de carrera.

MG: Lescano estaría casi seguro, ¿Y en el caso del pelotón intermedio quién podría ser?

JF: Yo creo que Lescano sí. Del pelotón intermedio no vemos a nadie con serias posibilidades de pasar a la segunda vuelta y cualquier acción que puedan emprender solo favorecerán a alguien de los candidatos de arriba, y por qué no decirlo, también a los de abajo.

A Urresti le perjudica la presencia de los Luna Gálvez y el caso Bustío donde se le acusa de haber comprado a unos testigos. Si no se desmarca de los Luna Gálvez y neutraliza los efectos del caso Bustío prácticamente quedará fuera de carrera.

De Guzmán hemos explicado que su límite o despegue de su candidatura está asociada al fracaso o éxito del gobierno de Francisco Sagasti. Por más que sea cierto que este gobierno no es de los Morados la percepción del electorado es que si lo es y punto, y en campaña la percepción se convierte en realidad por más que no lo sea.

Las posibilidades de los Morados son escasas por la configuración de una tendencia decreciente de la candidatura de Guzmán. De Soto es percibido como el “Plan B” del Fujimorismo, junto a la de López Aliaga, dónde la candidata titular es Keiko Fujimori. Y como en el caso de Guzmán cuando una percepción se posiciona en los electores se convierte en realidad.

La hipótesis es que el voto fujimorista se reparte entre De Soto, Fujimori y López Aliaga y que lo máximo que puede aspirar es al núcleo duro que alcanza el 20% del total de la población electoral. Si los votos fujimoristas se reparten en partes iguales lo más seguro es que todos queden fuera de la segunda vuelta.

Lescano está en tendencia creciente, muy sostenida.

MG: ¿Y las posibilidades electorales de los de abajo?

Aquí hay dos preguntas que resolver: ¿Habrá campo para un outsider a mes y medio de las elecciones? ¿Cuál de los candidatos de este segmento se podría configurar como un outsider?

El Perú es país de lo posible. El escándalo de Vacunagate ha incrementado los niveles de desconfianza en el electorado y lo más probable es que reduzca la velocidad del crecimiento de Lescano. Ahora, si a ello le sumamos los bajos porcentajes que tienen los que están disputándose el pase a la segunda vuelta es posible que alguien pueda arremeter desde el fondo para colocarse en el batallón de la primera línea a disputar un espacio para la segunda vuelta.

Salaverry no puede ser por obvias razones (lo de Vizcarra le está afectando). También descartamos los candidatos que están estancados o en declive o los que no aparecen en las encuestas como Ollanta, Arana, Ciro Gálvez, Beingolea, etc., entonces quedarían López Aliaga y Pedro Castillo, quienes han subido en la última encuesta de Ipsos Perú 2.3 y 1% respectivamente.

En el caso de Pedro Castillo, sus posibilidades crecimiento pueden verse menguados por la Mendoza, salvo que esta caiga en el último tramo y los votos corran hacia él, lo cual resulta muy difícil que pueda suceder. Me temo que Castillo le pueda restar votos a Mendoza y sacarla de la segunda vuelta, como sucedió con Gregorio Satos en las elecciones pasadas.

López Aliaga tiene la ventaja de su exposición permanente en los diferentes medios de comunicación, además de la sencillez y la fuerza de los mensajes con la que se dirige a los electores, lo que le ha permitido un crecimiento importante en la encuesta. Ha pegado en un segmento importante de la población, porque recoge los miedos del sector conservador religioso, homofóbico y contrario al aborto. Podría crecer más, pero despliega una soberbia descomunal, y esto en campaña tiene efectos adversos; solo tendríamos que recordar cómo le fue a Lord Barnechea cuando rechazó la invitación a probar un chicharrón. Si regula sus exabruptos y reduce a cero su soberbia López Aliaga podría ser la gran sorpresa y podría ser quién acompañe a Lescano a la segunda vuelta.

Análisis & Opinión