POR: HOOVER WADITH RUIZ RENGIFO – CEO ASCOLDPEM, CALI, COLOMBIA
¿Será que somos embriones penales en materia de responsabilidad penal de las personas jurídicas y el derecho penal económico por pedir un cambio de lo que ya está desgastado?
El mundo cambió (Castells). Y de manera exponencial. Todo cambió con los años, pero pareciera que no queremos arrancar lo que nos ha sucedido a cada uno en nuestras vidas. Es como somos. Así es el mundo ahora. Nada es permanente, excepto el cambio, señaló Heráclito. Mis ideas parecen ofuscar más que clarificar.
A manera de ejemplo, no hacer un buen preacuerdo puede ser causal de mala praxis. Es lo que hay. Todo bajo el criterio de la responsabilidad y no de culpabilidad. A cualquier penalista colombiano idealista y dogmático se le puede ocurrir demandar todos los preacuerdos desde 2005 hasta ahora porque el sistema arrastró y arriconó al sujeto para negociar su pena, en un sistema que encarcela sin pruebas. Una eficacia mal enfocada. Definitivamente hay que modificar la manera de hacer preacuerdos y que los operadores de Justicia entiendan que no es un regalo, ni revolución, es evolución.
Estamos de acuerdo con ese penalista idealista en saber que la justicia negociada actual no es responsable. Se requiere una eficacia responsable. Una pragmática moderada. El mundo es plasma anotamos.
Zymunt Bauman señaló que la sociedad moderna es líquida; Gilles Lipovestky dice que no todo está perdido, por eso es gaseosa y agregamos al pensador francés el ejemplo que a decir verdad no hay ninguna ley que prohíba ser caballero. Pero necesitamos ir creando, adaptando, ionizando este mundo gaseoso y avanzar en postes de referencia para que no sea más un mundo líquido ni gaseoso. Un mundo plasma como propone Hoover Wadith Ruiz Rengifo. Un derecho penal plasma, del todo pragmático, pero moderado para evitar caer en un perverso utilitarismo como ha caído la sistemática procesal penal colombiana que conduce al abandono del pensamiento dogmático.
Dijo Heráclito de Éfeso, “Nada es permanente, excepto el cambio » (540 a.C)