POR: RONALD CÁRDENAS ENCALADA
Es más que preocupante, pero en esta pandemia del coronavirus, también resalta la presencia de cientos de ciudadanos venezolanos quiénes buscan a diario la forma de generar ingresos económicos y así subsistir junto a sus familias.
Quién no se ha percatado de un niño, una dama o un varón en los exteriores de las entidades bancarias, restaurantes entre otros lugares dedicados a la mendicidad y solicitando apoyo para alimentarse o seguir su tránsito hacia el sur de nuestra ciudad.
Todo ello, viene siendo un problema y dolor de cabeza de las autoridades y ciudadanos en general. Es más, ahora estos ciudadanos extranjeros vienen tomando las calles de la ciudad en Ilo y Moquegua, realizando trabajos de supuesto mantenimiento, refacciones y pintado de las vías más transitadas, deteniendo el tránsito y poniendo en riesgo sus propias vidas. Situación que genera un rechazo de un buen número de ciudadanos.
Si bien es cierto, los extranjeros formales en nuestro país tienen el permiso temporal de permanencia (PTP) documento emitido por Migraciones que permite a los ciudadanos venezolanos desarrollar actividades en el marco de la legislación peruana, como acceder a educación, salud, justicia y más derechos fundamentales. Asimismo, les permite trabajar formalmente en el país.
Ello, no quita que las autoridades peruanas ejerzan acciones de control y mantengan el orden de la ciudad. En ese sentido, solicitamos a través de esta columna de opinión una respuesta de parte de la Superintendencia de migraciones, seguridad de estado de la Policía nacional y quienes tengan las funciones de brindar información de cuál es la situación migratoria de estos ciudadanos en nuestro departamento y así hacer respetar el orden público como lo hace cualquier ciudadano peruano. Ojo, esta columna no fomenta la xenofobia.
