La Marina de Guerra del Perú reafirmó su compromiso de continuar con el legado del Almirante Miguel Grau Seminario, héroe del Combate naval de Angamos y reconocido como el “Caballero de los Mares” y “Peruano del Milenio”, al celebrar hoy, 27 de julio, el 186 aniversario de su natalicio.
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Un día como hoy del año 1834, nace en Piura el héroe de Angamos, Almirante Miguel Grau Seminario, hijo del Coronel colombiano Juan Manuel Grau Berrío y Luisa Seminario del Castillo.
El héroe, a la edad de 9 años, se embarca en un buque mercante, el cual naufragó frente a la isla Gorgona. Al paso de un año, se vuelve a embarcar y afianza su experiencia a bordo de 12 naves que le permitieron conocer los puertos de Asia, Europa Estados Unidos, viajes que finalizaron con una circunnavegación antes de su arribo al Callao en 1853.
En 1854, Grau ingresó a la Marina de Guerra como Guardiamarina, prestando servicio en diferentes unidades de la escuadra. Luego, fue comisionado a Inglaterra para comprar unidades navales y supervisar su construcción.
Al retorno, fue comandante de la corbeta Unión, que junto con su gemela América, fueron adquiridas en Francia. En el trayecto al Perú, fue ascendido a Capitán de Corbeta y, en 1865, es ascendido a Capitán de Fragata, manteniéndose al mando de la Unión en el combate de Abtao.
En torno a su vida familiar, a la edad de 33 años, forma su hogar uniéndose con Dolores Cabero y Núñez, con quien tuvo diez hijos. Al siguiente año, se reincorpora al servicio naval como comandante del monitor Huáscar, siendo ascendido al grado de Capitán de Navío.
En 1875, Grau fue elegido diputado por la provincia de Paita, por el Partido Civil, labor parlamentaria que interrumpió temporalmente para ejercer la Comandancia General de la Marina, entre el 1 de junio de 1877 y el 10 de julio de 1878.
Al estallar la Guerra del Pacífico, el 5 de abril de 1879, Grau obtuvo licencia del Congreso para retomar el mando del Huáscar, iniciando su campaña en el mes de mayo. Durante los cinco meses siguientes, desarrolló una intensa actividad, manteniendo en jaque a la poderosa flota chilena.
Ganó el combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879, hundiendo a la corbeta Esmeralda y se ganó el respeto unánime por su acción humanitaria de rescatar a los náufragos chilenos y enviar a la viuda del Capitán de Corbeta Arturo Prat, comandante de la Esmeralda, una sentida carta acompañando los efectos personales de dicho jefe.
El 27 de julio de 1879, Grau fue ascendido a Contralmirante y, el 8 de octubre de 1879, frente a Punta Angamos, donde combatió heroicamente a la flota enemiga, fallece a bordo del Huáscar por los efectos letales de una granada.
Sus restos reposan en la Cripta de los Héroes y, desde octubre de 1946, fue ascendido póstumamente al grado de Almirante. Reconocido también como demócrata ejemplar y, como testimonio de su valiosa contribución al progreso del país, conserva una curul permanente en el Congreso de la República del Perú.