«Mejor que digan que aquí corrió, a que digan que aquí murió». Al promediar las 18:00 del martes trascendió que la prefecta regional de Moquegua, Abog. Gilia Gutiérrez, formalizó su renuncia al cargo debido a los serios cuestionamientos que recibió tras participar en una fiesta social el fin de semana en su tierra Omate, donde no se respetó en absoluto las recomendaciones que ella misma pregonaba a la población por prevención al Covid-19.
La saliente prefecta, que decía que todo fue una patraña, pero que a la vez pedía disculpas, también sostuvo que el presidente de la república ya había sido notificado del tema y que ella seguía trabajando. Sin embargo, se supo que el mandatario, por sus múltiples ocupaciones, fue el último en enterarse y le habría pedido que protagonice una «retirada decorosa» presentando su renuncia.
Una renuncia al cargo no afectaría su hoja de vida profesional, si tiene aspiraciones políticas en el futuro, pero se supo que ahora en el Ministerio del Interior se busca a quien la suceda en el cargo.
La actual sub prefecta Adela Cuellar, no habría aceptado el cargo debido a razones de salud, pero se supo que se tienen en cartera una serie de propuestas para asumir el puesto de prefecto, que representa la figura del máximo magistrado del país.
Sobre la fiesta que fue motivo de la caída de Gutiérrez, en Omate es sabido de ese tipo de actividades donde participó en otras oportunidades; sin embargo, no cuidó su imagen y menos la del presidente Martín Vizcarra, a quien representaba.