25.1 C
Moquegua
17.5 C
Ilo
21.3 C
Omate
21 C
Arequipa
17.5 C
Mollendo
28 julio, 2025 4:05 pm

28 de julio: construir un Perú más justo y digno

La patria no se construye solo con discursos, sino con acciones concretas que prioricen la justicia social y el bienestar de todos.

POR: GUSTAVO PUMA CÁCERES (gpumacac@unsa.edu.pe)

A pocas horas del último discurso a la nación de la reprochable Dina Boluarte, con el 98% de desaprobación, al igual que el Congreso. En un nuevo aniversario de nuestra independencia, la reflexión sobre el estado actual de la nación se torna ineludible. Ante una compleja encrucijada social, económica y sobre todo política, el llamado de los próceres a forjar una república soberana y justa resuena con más fuerza que nunca. Es momento de analizar las fracturas que nos duelen como país y trazar una ruta clara hacia el Perú que anhelamos: uno con oportunidades para todos.

Este 28 de julio, mientras los colores rojo y blanco visten nuestras calles y hogares, la celebración nos invita a un profundo examen de conciencia nacional. Han pasado más de dos siglos desde que la histórica proclamación de Don José de San Martín sentara las bases de una promesa: «El Perú es, desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende». Hoy, esa promesa parece resquebrajada por una realidad marcada por la desigualdad persistente, la pobreza que afecta a millones, la desconfianza y una crisis política que ha debilitado la confianza en las instituciones. Hoy, más que nunca, es necesario un compromiso colectivo para construir un Perú más justo y digno para todos.

El Perú del 2025, si bien muestra proyecciones de crecimiento económico moderado impulsado por la minería y la agroexportación, arrastra pesadas cadenas que impiden que este avance se traduzca en bienestar para todas las familias. Las cifras son elocuentes y dolorosas: cerca del 28% de la población, es decir, más de 9 millones de peruanos, vive en condición de pobreza. A esta alarmante cifra se suma un dato aún más preocupante: casi el 60% de los peruanos es pobre o se encuentra en una situación de vulnerabilidad, a un paso de caer en la pobreza ante cualquier adversidad, como la pérdida del empleo o una enfermedad.

Esta fragilidad económica se ve agravada por una profunda crisis política y de gobernabilidad. La constante tensión entre los poderes del Estado, la alarmante percepción de la corrupción que nos posiciona desfavorablemente en rankings internacionales y la creciente inseguridad ciudadana han minado la confianza de la población en sus instituciones y líderes. Esta «crisis política crónica», como la denominan diversos analistas, no es un problema abstracto; tiene consecuencias directas: frena inversiones, debilita las políticas públicas y desvía recursos vitales que deberían destinarse a cerrar brechas en salud, educación e infraestructura.

El sueño de una nación construida sobre «la justicia de su causa» se ve traicionado cada vez que la corrupción se apropia del futuro de nuestros niños, cada vez que la burocracia y Estado impide el progreso de los emprendedores y cada vez que un peruano no puede acceder a servicios de salud o educación de calidad por haber nacido en una región olvidada.

LAS CLAVES PARA SALIR ADELANTE

Superar esta compleja coyuntura no es una tarea sencilla ni inmediata, pero tampoco imposible. Requiere de una visión de Estado, de un compromiso inquebrantable y de la participación activa de todos los sectores de la sociedad. A continuación, se presentan cuatro claves fundamentales para empezar a construir ese Perú más justo y digno que todos merecemos:

  1. Fortalecimiento de la democracia y lucha contra la corrupción: La lucha contra la corrupción es esencial para construir un proyecto de nación sólido, requiriendo una reforma judicial independiente y transparente, instituciones fuertes con funcionarios honestos y vigilancia ciudadana constante. Sin honestidad en la gestión pública, cualquier esfuerzo será en vano.
  2. Educación, inversión social en el capital humano: Una población educada y saludable es el motor más poderoso para el desarrollo. Es urgente priorizar la educación y la salud con presupuestos protegidos, enfocados en calidad y equidad. Invertir en la primera infancia, mejorar la infraestructura escolar, capacitar docentes y garantizar salud universal no es un gasto, sino la inversión más rentable para combatir la pobreza y crear igualdad de oportunidades.
  3. Hacia una economía diversificada e inclusiva: Dependemos de la exportación de materias primas que nos hace vulnerables a los vaivenes del mercado internacional. Es crucial acelerar la diversificación económica, apoyando a la pequeña y mediana empresa, fomentando la innovación y la tecnología, y desarrollando sectores con alto potencial como el turismo sostenible, la agroindustria con valor agregado y las energías renovables. Un crecimiento económico que no genera empleo de calidad ni desarrollo en las regiones es, simplemente, un crecimiento incompleto.
  4. Diálogo y unidad nacional, el poder de una ciudadanía activa y vigilante: La construcción de un Perú mejor es una responsabilidad compartida. La «voluntad general de los pueblos» que invocó San Martín debe manifestarse hoy a través de una sociedad civil organizada, informada y proactiva. Es deber de cada ciudadano exigir transparencia, denunciar la corrupción, participar en los debates públicos y fiscalizar a sus autoridades. La indiferencia es el mayor cómplice del estancamiento.

UN COMPROMISO DE TODOS LOS PERUANOS Y PERUANAS

Este 28 de julio no solo es una fecha para celebrar, sino también para asumir un compromiso. Los peruanos, desde sus distintos roles como empresarios, funcionarios, trabajadores, ambulantes, docentes o estudiantes, deben trabajar juntos por un país más equitativo. La patria no se construye solo con discursos, sino con acciones concretas que prioricen la justicia social y el bienestar de todos.

El Perú tiene un potencial enorme en recursos naturales, cultura milenaria y una población trabajadora y emprendedora. El camino no es fácil, pero con determinación y unidad, es posible lograr un futuro donde la desigualdad y la pobreza sean solo recuerdos del pasado. ¡Felices Fiestas Patrias, y que haya la esperanza de que nos encuentre más unidos en la construcción de un Perú justo y digno!

Análisis & Opinión