POR: PHD. JAVIER FLORES AROCUTIPA
La figura muestra el Producto Bruto Interno (PBI) de Tacna a precios constantes de 2007 en miles de soles, desde 2019 hasta 2023. Durante este período, se observa una preocupante tendencia de declive económico en la región, con el PBI alcanzando su punto más alto en 2019 con 8,737 millones de soles. Sin embargo, la llegada de la pandemia de COVID-19 en 2020 provocó una caída significativa a 8,499 millones de soles, marcando el inicio de un período de inestabilidad y recesión.
En 2021, hubo una leve recuperación con el PBI alcanzando 8,873 millones de soles, superando los niveles de 2019. Este repunte parecía indicar una recuperación tras el impacto inicial de la pandemia, pero resultó ser temporal. En 2022, el PBI volvió a descender a 8,410 millones de soles, y en 2023 la tendencia descendente continuó, con el PBI cayendo a 8,366 millones de soles. Esta trayectoria sugiere que la economía de Tacna no ha logrado recuperar su dinamismo previo a la pandemia y sigue enfrentando desafíos estructurales significativos.
La recesión económica observada en Tacna tiene consecuencias sociales profundas, especialmente en términos de desempleo y pobreza. Durante una recesión, la actividad económica se desacelera, lo que reduce la demanda de bienes y servicios. Como resultado, las empresas, enfrentadas a menores ingresos y mayores incertidumbres, tienden a reducir costos, siendo una de las medidas más comunes el recorte de su plantilla laboral.
El aumento del desempleo en la región, como resultado de la recesión, tiene un efecto directo en el incremento de la pobreza.