POR ECONOMISTA JORGE ACOSTA ZEVALLOS
La declaración en la ciudad de Ilo del gobernador de Tacna Omar Jiménez Flores sobre la necesidad de que Moquegua y Tacna sean una sola región ha reactivado una vieja idea añorada por muchos habitantes de ambos departamentos y frustrada por los gobernantes centralistas.
Recordemos que las regiones en nuestro país según la Constitución Política deberían ser conformadas por la integración de los departamentos bajo el enfoque que deberían unirse aquellas que son afines y tienen muchos aspectos en común, de tal manera que suma les diera más posibilidades de desarrollo y bienestar general.
Lamentablemente este proceso no se dio por diversos factores: primero lugar, los presidentes dilataron y dilataron tanto el proceso de la regionalización que terminaron convirtiendo a los departamentos en regiones. La parcelación del país permitió la nueva consolidación del centralismo y la desigualdad social – económica de las provincias.
Nosotros creemos que la idea sigue vigente y que debe ser objeto de debate. Moquegua y Tacna son departamentos muy pequeños, desérticos, elevadamente accidentados y de diversas regiones naturales.
Pero al mismo tiempo tienen muchas características comunes que los hacen parecer iguales.
Así tenemos que desde la mirada geográfica tenemos vertientes acuíferas comunes, estamos determinados por la presencia de la Cordillera Occidental de los Andes que hacen que nuestros ríos sean de corto recorrido, torrentosos y de escaso líquido.
Nuestra configuración de la costa es muy estrecha, la sierra muy accidentada y con valles muy pequeños.
El mar territorial es de aguas frías por la presencia de la corriente de Humboldt que aporta el plancton para el inicio de la cadena de peces y aves marinas. Esa fue la motivación de la pesca artesanal e industrial que en periodos pasados era de elevada extracción y desembarque.
La cadena volcánica a su vez no ha dado la oportunidad de contar grandes, medianos y pequeños yacimientos mineros en especial el del cobre.
De otro lado la razón económica ayuda a pensar también en la propuesta de integración de ambos departamentos. Somos productores de cobre blíster, refinado y concentrados, además de oro, plata, molibdeno que su vez lo exportamos estando ubicados en los primeros lugares de minerales del país en este sector.
La explotación del mineral a través de las utilidades nos ha permitido contar en el canon minero como fuente principal de ingresos en los gobiernos locales y regionales.
En actividad marítima destacan el puerto de Ilo como el referente de importación de combustibles para Tacna y exportación de minerales de las minas de Toquepala y Cuajone entre los principales.
Por los climas, ubicación sobre el nivel del mar, poco terreno agrícola y limitado afluencia de agua destacamos en producción de variedad de verduras y para la exportación del orégano, palta, aceitunas, zapallo y la distorsionada alfalfa.
No dejaremos de mencionar que el vino y el pisco se realizan en ambos departamentos, cuya calidad es muy reconocida. Podríamos seguir enumerando otras razones y siempre la conclusión será que somos iguales, pero no semejantes en actividad económica lo que nos hace atrayentes.
La consiguiente pregunta es ¿Por qué integrar a Moquegua y Tacna en una sola región?
Nuestras posibilidades de desarrollo serian mejores. Son varias las visiones para las posibilidades.
En el tema del agua el trabajo común de mejor dotación y aprovechamiento tendría mayores posibilidades de éxito al establecer obras que aseguren la dotación del líquido en el futuro.
En el tema portuario es Ilo el priorizado para el destino del Ferrocarril y la carga terrestre de Bolivia, pero también es cierto que se necesitara un futuro puerto complementario que podría ser el Puerto Grau.
Respecto a la pesca, las decisiones serán más espaciosas que deberán incidir en la sostenibilidad del recurso, la facilitación de la maricultura, la no contraposición entre la pesca artesanal y la industrial hoy venida a menos.
Por el lado del transporte la demanda de contar con carreteras de doble vía desde Tacna, Boca del Rio, Ite hasta llegar a Ilo. Los ingresos presupuestales de ambos departamentos podrían sumarse para obras de interés macro regional.
Como vemos es más lo que nos une que lo que nos desune. Integrar podría comenzar con crear la primera Región piloto del país encarando el tema del agua, la actividad portuaria, la atracción de la inversión privada, el mejoramiento del servicio eléctrico, el aprovechamiento de la energía solar, la atracción turística no solo a las compras de la zona franca de Tacna sino a las playas y atractivos históricos de ambos departamentos. Queda en el tintero analizar la forma de gobierno, la decisión de su capital y la distribución de los recursos presupuestales.
