POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS.
ECONOMISTA DEL CEOP ILO
Es lógico que la población peruana haya perdido la confianza en las instituciones del país al percibir que estas están corroídas por la corrupción. Los audios de los “lava jueces” hacen constatar que el poder político estaba aliado con el Poder Judicial para inmunizar a los corruptos, mafiosos y delincuentes.
La desconfianza de los peruanos ha crecido enormemente, así tenemos que ya el IEP (Instituto de Estudios Peruanos) en el 2016 en su documento “Pensando el Perú” señalaba que aquella estaba muy ligada a la justicia, seguridad y representación política.
El informe señalaba que la confianza en el sistema de justicia llegaba solo llegaba a 34 de cien personas, cifra muy por debajo el promedio sudamericano que llegaba a 44 personas.
La confianza en el Congreso es una de las más baja en el subcontinente, lo mismo sucedía con los partidos políticos donde solo le ganábamos a Brasil por el tema de los “lava jato”. No quedan atrás los gobiernos locales y regionales que solo tenían 36 personas que confiaban en ellas.
La desconfianza no solo es una actitud, un malestar, un descredito o un comportamiento pasajero. Una sociedad si pierde la confianza en sus instituciones no funcionara, no permitirá las buenas relaciones entre las personas, ahuyentara los buenos negocios, la modernidad y nos postrara en el atraso.
El diario El País de España en uno de sus artículos cita al economista principal del Banco Mundial Steve Knack que ha demostrado que la enorme diferencia entre la renta de los EEUU y Somalia esta explicada, casi en su totalidad, por el enorme contraste entre sus niveles de confianza.
En este último país señala que la ausencia de confianza institucional y de normas e instituciones confiables hace que sea un Estado fallido incapaz de generar iniciativas, inversión y empresas.
El Perú y todo el resto de departamentos muestran altos índices de desconfianza y esto se está reflejando en la alta abstención, indecisos y preferencia por el voto en blanco de más del 50% del electorado a las urnas locales y regionales.
Uno de los objetivos de política nacional al 2030 es la elevar la confianza en todos los niveles institucionales, que estas sean eficaces y transparentes, sin embargo, todo indica que hay mucho pan todavía por rebanar.
Así tenemos por ejemplo que Moquegua, su proporción de satisfacción con los servicios públicos es más baja que el promedio nacional. En los Municipios provinciales solo están satisfechos con su servicio 15 personas de 100, en la Policía Nacional 20 personas de 100, en el Gobierno Regional solo 14 personas de 100, en el Poder Judicial también 14 personas de 100.
La cifra más baja la tiene el Congreso con solo 10 personas de 100, la Procuraduría Anticorrupción confían solo 12 personas de 100, en el Ministerio Publico lo hacen 16 personas de 100, en la Contraloría de la Republica 16 personas de 100 y la más alta en la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria con 21 personas de un total de 100 personas.
Si bien estas últimas tienen cifras más altas no dejan de preocupar que en general la desconfianza es transversal a todas ellas.
Del cuadro que acompaña este artículo, deducimos que el nivel de satisfacción de la población departamental con estas instituciones es más bajo con respecto al promedio nacional lo que es ya grave de por sí, pero explicable si anotamos que hay alcaldes en la cárcel y otros con graves denuncias, fiscales y jueces sospechosos de encubrimiento del delito del dinero público, la apatía e indiferencia policial, fiscal, procuradores y ni hablar de algunos congresistas que nos dan vergüenza.
Y a pesar de alto nivel de desconfianza tenemos que construir la confianza, es el dilema del ser o perecer.
Todo esfuerzo por recuperarla valdrá la pena. Y volvemos al diario El País que afirma que “la confianza es una creencia que forma parte de un conjunto más amplio de elementos psicológicos que Keynes denominó animal spirits, es decir, creencias, impulsos y emociones espontáneas inherentes a la condición humana que hacen que una gran proporción de nuestras actividades y decisiones dependan más de estas creencias y motivaciones que crean estados de pesimismo u optimismo que de las expectativas o probabilidades matemáticas”.
Comencemos entonces por votar bien, leamos la hoja de vida de nuestros candidatos, apostemos por el Plebiscito y organicemos espacios colectivos de desarrollo, transparencia y buena conducta. Desde botar la basura a un tacho hasta el respeto del dinero público. En este lio, como lo dicen los españoles, o lo arreglamos todos o todos nos vamos al despeñadero.
CUADRO N°01 | ||
Meta 16.6: Crear a todos los niveles institucionales eficaces y transparentes que rindan cuentas | ||
16.6.2 Proporción de la población que se siente satisfecha con su última experiencia de los servicios públicos | ||
(Porcentaje) | ||
Ámbito Geográfico / Instituciones | 2015 | 2016 |
Nacional | ||
Municipalidad Provincial | 20.9 | 18.9 |
Policía Nacional del Perú | 19.3 | 18.0 |
Gobierno Regional | 15.3 | 13.5 |
Poder Judicial | 14.3 | 13.9 |
Congreso de la República | 9.7 | 9.2 |
La Procuraduría Anticorrupción | 13.4 | 12.8 |
Ministerio Público – Fiscalía de la Nación | 15.3 | 15.4 |
Contraloría General de la República | 15.4 | 14.1 |
Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria | 23.4 | 22.1 |
Moquegua | ||
La Municipalidad Provincial | 14.2 | 14.5 |
Policía Nacional del Perú | 20.4 | 19.6 |
Gobierno Regional | 14.1 | 12.2 |
Poder Judicial | 13.8 | 16.0 |
Congreso de la República | 9.7 | 10.3 |
La Procuraduría Anticorrupción | 12.1 | 13.7 |
Ministerio Público – Fiscalía de la Nación | 15.6 | 16.8 |
Contraloría General de la República | 15.6 | 13.9 |
Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria | 20.5 | 19.3 |
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática – Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). |