Ha transcurrido ya, casi 14 meses de gestión en el gobierno regional y en las municipalidades provinciales y distritales, como también en las entidades estatales descentralizadas que funcionan principalmente en el Puerto de Ilo y en nuestra ciudad.

Si bien es cierto que hubo cambios de los funcionarios de confianza y rotación de los mismos en otros cargos o gerencias, tampoco se observa con claridad indiscutible los cambios, formas de trabajo, nuevas estrategias y estilos de imprimir con celeridad la atención a los administrados o al público usuario.

La gente común y corriente, las personas de a pie, en el lugar donde estén, la conversación obligada es que, transcurrido 14 meses de gestión regional y municipal, aún no se percibe de manera positiva y eficiente el manejo administrativo y presupuestal al interior del gobierno regional y principalmente en los Municipios.

La disculpa de que no hay dinero ya no es justificación; pues dinero lo hay para iniciar los trabajos de los proyectos y obras de interés regional y local, y de esta manera, los cientos de desempleados y desocupados tengan oportunidad para trabajar y no sólo, una minoría privilegiada.

La demanda de trabajo es tan grande que las propias autoridades ven difícil atender. Una realidad que, contrasta a las cifras que indican reducción de la pobreza que tienen secuelas impredecibles en los hogares y en la comunidad.

Por ejemplo. El Gobierno Regional y las municipalidades provinciales y distritales de Moquegua, vienen soportando desde el inicio de la nueva gestión una severa crisis “que se agudiza día a día”, debido a innumerables factores que señalo a continuación:

1º. Existencia de personajes sin trayectoria ni experiencia que ocupan cargos importantes que no deciden por sí solos.

2º Inexplicable participación directa o indirecta de familiares del titular de la entidad y de los funcionarios de confianza en decisiones administrativas.

3º Injerencia de partidarios o militantes del partido que se consideran indispensables exigiendo puestos de trabajo sin que tengan capacidad técnica y profesional.

4º Colocación en cargos de responsabilidad de 2da y 3ra. línea a los familiares de los hombres de confianza del gobernador y de los alcaldes y;

5º Carencia de firmeza y carácter del Jefe de la entidad en la toma de decisiones. Deja hacer y deja pasar, como si no tuviese conocimiento o tal vez, no esté debidamente informado o capacitado para tomar una decisión.

Por todo ello, la gente común, y no necesariamente los de la oposición, expresan con claridad en las calles y mercados que el único responsable es el propio titular del GORE Moquegua y de los municipios, que están dejando hacer a sus dirigidos y no ponen orden. Y, si no, vean los cambios habidos de su gente de confianza a los pocos meses de asumir el cargo.

Ya han pasado algo más de 400 días de gestión y no se nota los avances del cambio que refleje nuevos estilos y formas de trabajo. Tal vez con el asumo de cargo de otros personajes y profesionales, no necesariamente genuinos de Moquegua en cargos de responsabilidad, pero con trayectoria probada y de gran experiencia en temas administrativos de gestión pública y con gente también que desean trabajar con ellos, vuelva la calma y las expectativas del pueblo que sigue confiando en la autoridad elegida democráticamente.

Salir de este problema no es difícil, sólo hay que tener los pantalones bien puestos y punto. Eso es lo que comenta y expresa el común de los mortales; y la verdad, no les falta razón y, sobre todo, les sobran motivos, a manera de sugerencia, para que realicen una reingeniería general en su gestión.

Se esperaba que esta gestión regional y municipal iba a ser diferente, sobresalir y superara a gestiones anteriores, habida en cuenta los nuevos cambios en la frondosa burocracia estatal y el replanteamiento de los proyectos de desarrollo; pero, tal como viene aconteciendo, todo cuanto se haga, se innove, podría venirse abajo.

Y, es que todos los días saltan casos y cosas que parecían ya olvidadas, pero lamentablemente se repiten y es la población quien responsabiliza directamente al titular del pliego y a los personajes de su entorno. Estos últimos, no solo muestran incompetencia sino su mediocridad.

Las denuncias que realizan los ciudadanos, podrían ser simples especulaciones y hasta antojadizas; pero no lo son lamentablemente. Existen favoritismos es cierto, que hay privilegiados es una verdad, que los funcionarios no producen y que parasitan en sus sillones, también es cierto, que algunos, siempre se les observa en la calle y en plaza luciendo sus llamativos chalequitos es otra verdad, que se les ve en los bares y kioskos en horas de trabajo es también cierto, que otros, viajan a Lima con viáticos ostentosos, también es cierto.

Señal de que algo anda mal o que no hay control; entonces son ellos los que generan dudas y subjetividades; porque la prensa, solo canaliza e informa lo que se ve, lo que se observa. Si no se dice o no se comenta lo que acontece, se estaría aceptando las tropelías. Es mejor una crítica oportuna con argumentos sólidos y de manera constructiva, lo que también es irrefutable.