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Zenón Cueva: ¿Marcando la diferencia? (I)

CARTAS A MARÍA TERESA

POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ

Dicen que toda comparación es odiosa. Pero creo que a pesar del malestar que puedan causar, a veces son necesarias. Por ello en esta oportunidad me voy a permitir contrastar algunas de las palabras y promesas iniciales que, en el momento de asumir el cargo, expresaron Martín Vizcarra Cornejo, Jaime Rodríguez Villanueva y hace pocos días, Zenón Cueva Pare.

En el primer caso, recuerdo que se esbozó la promesa de construir una represa por año, ofrecimiento que no se pudo cumplir por una serie de factores de tipo económico y legal, (propiedad de los terrenos). Sin embargo, el balance final fue bastante satisfactorio, gracias a  la capacidad de gestión del Ing. Vizcarra, quien supo ganarse la simpatía de Ollanta Humala, Presidente Constitucional del Perú en aquel entonces, que lo apoyó proporcionándole los fondos requeridos para proyectos tales como la carretera Omate-Moquegua, el nuevo Hospital del Minsa, etcétera…a lo que se sumó el acuerdo logrado con Anglo American para darle la licencia social a Quellaveco, cuyo resultado apreciamos en estos días. (Aunque aquí  cabría decir,  que tal como también se lo recomendó Luis Carranza, le faltó poner en el tapete la posibilidad de lograr que a cambio de la licencia social, el Banco Mundial traspasara al Gobierno Regional el 18.1 del paquete accionario en Quellaveco que era de su propiedad y por el cual había invertido a lo sumo US$ 50 millones de dólares, los que fueron vendidos a la Mitsubishi a US$ 888 millones, sin que el estado ni la región se beneficiasen en lo más mínimo al haber sido hecha dicha transacción fuera del país).

Suma también a favor de la gestión de Vizcarra, entre otros logros, el que Moquegua alcanzara durante su gobierno el primer lugar en Comprensión Lectora y Matemática a nivel nacional, cosechando los esfuerzos sembrados por Nora Díaz Dueñas, durante su paso como Directora Regional de Educación y que él, supo continuar y cosechar en su provecho.

Vale también recordar el esfuerzo, tiempo y dedicación que destinó al proyecto del hoy denominado Corredor Ferroviario Bioceánico Central, en el cual, –modestia aparte–, quien escribe estas líneas logró en su momento, incluirlos en las Planes de Desarrollo tanto de la provincia de Ilo, como de la Región Moquegua, aparte de convencer de las bondades del mismo al Ing. Vizcarra. (Escribí un libro al respecto en el 2005: “El futuro sobre rieles”).

En resumen, se puede concluir que la gestión de Vizcarra, salvó algunos puntos críticos como lo relacionado con la embarcación Tacloc y la culminación de la irrigación de parte de las Lomas de Ilo fue exitosa en grado sumo. Sin embargo, en el balance lo más negativo, –en contraposición con su actuar actual–, lo encontramos en el hecho que no profundizó ninguna investigación respecto a la posible corrupción en la gestión que lo antecedió…la del candidato que confesó haber robado en carretilla, permitiendo con esa especie de “borrón y cuenta nueva”, que Rodríguez Villanueva fuera elegido en su reemplazo.

En cuanto a la gestión de Jamocho, le pido perdón al lector, pero creo que no vale perder el tiempo, dado que no hay nada positivo que valga la pena resaltar o destacar, a tal punto que se podría decir de su actuar con José Ingenieros, “Por detestables que sean los gobernantes, nunca son peores que cuando no gobiernan.”

A mi entender han sido cuatro años perdidos, entre incompetencia, malos manejos, ignorancia y soberbia, por lo que destaco en grado sumo que el flamante gobernador regional, Zenón Cueva Pare, fiel a sus promesas de campaña, se mantiene FIRME en su promesa de que no habrá borrón y cuenta nueva respecto a los manejos de la administración cesante en cuanto a los gastos que se han hecho, sobredimensionado y sobrevalorando, los proyectos y/u obras.

Su propuesta respecto a que las regiones deberían tener participación en el 10% de las utilidades que obtienen cada año,  no solo las mineras, sino también las empresas que se dedican a la generación de energía eléctrica, marca un quiebre respecto al denominado “pensamiento único”, impuesto en el Perú por el neoliberalismo bajo el paraguas del Consenso de Washington y que ha logrado que la mayor parte de los peruanos sean inquilinos precarios en su propio país, dominado por grandes empresas trasnacionales entre las que se encuentra ¡oh paradoja!, una empresa pública colombiana.

Propuestas que marcan una sutil diferencia con el actuar del Ing. Martín Vizcarra, cuyo desenvolvimiento político anterior y actual no cuestiona en ningún momento el modelo económico actual, que es en primera y última instancia el caldo de cultivo de la corrupción que se viene incrementando en los últimos lustros, merced a los intereses privados que cuentan con los recursos suficientes para comprar conciencias. (Sería harto interesante levantar el secreto bancario a todos los funcionarios de Pro-Inversión, entidad responsable de todas las concesiones. Creo que tendríamos más de una sorpresa).

Y aquí cabe resaltar, en contraposición con el modelo peruano, el boliviano, haciendo hincapié en que según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB per cápita de Bolivia que a principios de la década era de 1.994 dólares al año 2018, ha alcanzado los 3.720 Dólares por cada boliviano. Es decir, que en el transcurso de la década (desde 2010 hasta 2018) el PIB per capita boliviano aumentó en un 86,5%. De esta manera, Bolivia se ha convertido en el segundo país de América Latina y el primero en Sudamérica en donde más aumentó la riqueza promedio de sus habitantes. Y ojo: según el exministro de economía boliviano Luis Arce Catacora, que se alejó del cargo por motivos de salud, “una sociedad es sostenible en el tiempo cuando la generación de excedentes se dirige a la satisfacción de sus necesidades actuales y futuras (a través de la distribución de este excedente en la población) y a su transformación en acervo de capital (hecho que beneficiará a la sociedad). Cuando los excedentes no satisfacen la necesidad colectiva, entonces es preciso redistribuirlos… en función de la necesidad social”.

“Primero, el aprovechamiento por parte de los propios bolivianos de los recursos naturales que poseemos. Bolivia es la historia de los saqueos de los recursos. Segundo, la apropiación del excedente de esos recursos por el Estado. No queremos más economía de mercado, queremos un Estado que participe activamente en la economía. ¿Para qué quiere el Estado el excedente del recurso económico?: Para ser distribuido, nuestro modelo es esencialmente redistributivo en el sentido de sacar la plata de los sectores que generan excedente económico y resolver la problemática social con políticas puntuales de redistribución del ingreso que están dando resultados. Estamos reduciendo la tasa de pobreza, de deserción escolar; somos el único país donde todos los habitantes tienen pensión; bono Juana Azurduy con políticas focalizadas; reducción de las tasas de mortalidad materna y de mortalidad infantil; seguro de lactancia universal, para que todas las madres trabajen o no cuando tienen su hijo tengan lactancia materna asegurada por el Estado boliviano”.

Asimismo, el modelo boliviano considera la existencia de dos sectores: uno “estratégico generador de excedentes”, compuesto por las industrias petrolera, minera y eléctrica, y un sector “generador de ingresos y empleos”, conformado por las industrias manufactureras, la agropecuaria, la construcción, el turismo, etc.

“Luego de revertir la orientación del flujo del excedente por medio de la nacionalización, el Estado debe usar este flujo para: a) industrializar los recursos naturales, b) animar y transformar al sector generador de empleo e ingresos, c) garantizar la igualdad social”.

Aquí cabe resaltar que la política de nacionalización de recursos naturales que ejecutó el gobierno desde 2006, permitió a Bolivia tener estabilidad y sostenibilidad, a tal punto que por ejemplo en lo relacionado a la nacionalización de los hidrocarburos dio mayores ingresos económicos al país por renta petrolera y gasífera. En el periodo 1985-2005 fueron de 4.500 millones de dólares, mientras que en nueve años (2006-2015), fueron de 31.500 millones de dólares.

Y si a todo lo anterior, agregamos el reciente anuncio del Presidente Evo, respecto a que la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) prepara la venta de gas en varias ciudades del Perú, señalando entre otras a Moquegua e Ilo, encontramos algunas de las razones por las cuales al parecer Trump habría dado instrucciones a sus aliados en Brasil, Argentina y Chile, para tumbarse el modelo boliviano, lo que además explicaría los aparentes paños fríos que el Perú estaría poniendo al proyecto del  Corredor Ferroviario Bioceánico Central, propósito que obligaría al profesor Zenón, como el líder más votado y además gobernador de la región clave, a buscar la unificación de toda la macro sur del Perú, en procura de que dicho proyecto no se frustre y con él, las posibilidades de un desarrollo sostenible y solidario. (Continuará)

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