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Una despechada y un mentiroso

POR: GREGORIO CHARCA CABRERA

Entre encuentros y desencuentros, diseccionan nuestro país en un convulsivo juego pervertido, más todo como artificioso, devora lo que tiene a su paso, no importa lo inextricable sea la furia con tal de liberarse así mismo. Sugestiva febril idea.

En este quehacer la furibunda lideresa de Fuerza Popular (FP) salió a embarrar la imagen del presidente Martín Vizcarra; además, cuestionó al jefe de Estado de haber negado tales encuentros. “Las mentiras hay que entenderlas en su propio contexto” expresó Keiko Fujimori, así poner al mismo nivel al presidente y fiscal de la Nación. Un argumento literario de carácter político, oportunista para concitar furor popular o manipular la conciencia colectiva; sin duda, treta malsana la personificaría, una despechada política.

Desde luego, una arremetida contra el presidente Vizcarra para disminuir su popularidad, tal vez crear desestabilización democrática, sin antes haber asociado las partes “un acuerdo” efectivamente de sus reuniones. Este hecho, era mantener reservado a través de una mentira piadosa, lo que le tocó honrar al presidente.

Creo que quien rompe este compromiso (mantener reservado las reuniones) es Keiko, para luego salir a vociferar que el presidente mintió sobre reuniones sostenidas.

Con ésta actitud, ¿Qué consiguió Keiko Fujimori? Esperpéntica provocación retrata posición de doble moral. Al fin y al cavo encontró su propia demolición.

Pero Vizcarra supo reaccionar. Reveló que Fujimori pretendía ‘sujetar la capacidad de acción del Ejecutivo’ al condicionar sus decisiones.

Por otra parte, significativamente Vizcarra, no tiene punto en comparación con el mentiroso de Pedro Chávarry (a quien defiende Keiko), quien negó en distintas ocasiones haber pedido el apoyo del Juez César Hinostroza.

En este colofón el Ejecutivo y el Congreso ha quedado muy magullado con los redichos: “El pedido fue como una voluntad de querer sujetar la capacidad de acción del ejecutivo”, sostenido por Vizcarra.

Por su parte Keiko dice: “En ningún momento he pedido renuncias ni he propuesto a nadie. Eso quiero dejar claro”.

Mercedes Araoz sobre esto señala que, “ella (Keiko) revela esta información, lo que demuestra que usa las cosas para su provecho personal”. Los mensajes son claros, existe una ruptura dentro de Fuerza Popular por la situación de su lideresa pudiera ser investigado (señora K) por la fiscalía a raíz de los audios. Eso sería el motivo que Keiko revelara una reunión pactada de manera reservada.

De manera que, nos encontramos entre una despechada y un mentiroso piadoso, quien “reconoce que fue un error, acceder al pedido de la señora Fujimori y poner ese compromiso de reserva sobre el compromiso de transparencia”.

A nadie sorprendería la improbidad de Keiko en agitación política que se encuentra sumida, ni incurrir en caprichitos con astucia y que de sus palabras salgan engaño, para terminar en medusea.

Finalmente, FP y su lideresa pone trabas a un proceso de negociación que el Congreso de todas maneras va a tener para aprobar lo de referéndum, el populorum pide reforma constitucional, no puede permanecer inmutable algunas disposiciones. El dinamismo constitucional requiere enmiendas que se estime adecuado, quizás sea la hora de mejorar lo que se tiene como herramientas hábiles. Quede claro, a pocos años de cumplir dos siglos de nuestra independencia, el Perú ha cambiado de Constitución 12 veces, sin contar sus reformas. Una raya más al tigre que importa.

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