¿Rumbo a un nuevo “moqueguazo…”?

Si el dinero va delante, todos los caminos se abren”. William Shakespeare

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POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ

Hace pocos días, se cumplió un aniversario más de la protesta regional que se encuadra dentro del término “Moqueguazo”. Y como ya se hecho costumbre, marchas y discursos han brotado casi por generación espontánea, porque usualmente nuestras autoridades e incluso gran parte de la sociedad civil, prefiere vivir de recuerdos pasados antes que indagar en torno a lo que ocurre en el presente…y lo que puede acontecer en el futuro inmediato, en cuanto la disminución del Canon Minero como consecuencia directa de las inversiones de la Southern Peru tanto en Tía María, como en otros proyectos, algo que ya lo he advertido hace algún tiempo, sin que ni las autoridades ni la sociedad civil hayan hecho algo al respecto. ¿Irresponsabilidad, ignorancia, miedo o cálculo político?

Permítanme, transcribir parte de lo que escribí: En primer lugar, cabe señalar, como ya ocurrió en años pasados, (ver gráfico 1), que la inversión total calculada en desarrollar el proyecto de Tía María, –cercana a los mil cuatrocientos millones de dólares–, puede ser deducida como gastos de inversión y por consiguiente disminuir los impuestos a la renta. Ello de acuerdo a la legislación vigente es correcto e inobjetable. ¿Pero en la práctica que ha significado en cuanto Tía María y que significará, considerando que Southern Peru ha anunciado una inversión cercana a los ocho mil millones de dólares en los próximos años?

Que en lo que respecta al proceso de construcción de Tía María: los gastos de capital, infraestructura, salarios, etc., seguirán siendo deducidos de las ganancias, lo que implica menos impuesto a la renta y por consiguiente menos canon. En otras palabras: Tacna y Moquegua subvencionaran o pagarán en gran parte la edificación de Tía María, pero cuando éste proyecto comience a producir, los recursos que genere por concepto de canon minero, sólo beneficiarán a la Región Arequipa.

Y aquí me permito reproducir las declaraciones que al respecto dio Raúl Jacob, vicepresidente de finanzas a éste diario el miércoles 12 del presente mes respecto a Tía María: “Hoy día, las otras operaciones de Southern Peru (Toquepala, Cuajone e Ilo) están por decirlo así, subsidiando al proyecto porque están dando fondos que se generan en esas otras operaciones, para sustentar el trabajo en la parte social y de desarrollo del proyecto”. Ello en la práctica, implica qua aparte del valor en libro del proyecto (ver gráfico 1), todos los demás gastos actuales, –sobre todo en propaganda–, están siendo deducidos de las ganancias netas de la empresa.

¿Qué es algo injusto? Es cierto, pero tributaria y económicamente de acuerdo a la legislación vigente es legal.

¿Qué hacer?…En principio, que todas las autoridades, tanto de Tacna como de Moquegua, primero se pongan de acuerdo entre sí, ahora y no cuando el problema se agudice como consecuencia de las casi mil millones de dólares que falta invertir en Tía María y posteriormente otros 2,500 en Michiquillay aparte de 1,500 millones en Los Chancas, (en los cuales los costos de los estudios y/u otros también deben estar disminuyendo las ganancias netas de la empresa con el consiguiente, repito, menor pago de impuestos y por ende menor canon), y empezar a conversar tanto con la Empresa como con el Gobierno Central, a fin de encontrar una alternativa más racional y equitativa.

Y quizás la respuesta se encuentre en el Contrato de Cuajone, que en su inciso 7-15 señala a la letra: “Los regímenes contables de Toquepala y Cuajone, serán llevados en forma independiente. La Compañía prorrateara los costos de la Gerencia y otros costos generales centralizados, que incluirán, entre otros, los costos comunes de operación de instalaciones tales como: fundición, energía eléctrica y su trasmisión, agua, ferrocarril industrial, puertos, etc., entre los resultados financieros de Toquepala y Cuajone sobre una base equitativa relacionada con el contenido de metal fino de los concentrados producidos en cada una de dichas unidades. Los servicios efectivamente prestados serán atribuidos a cada uno de ellos.

A su vez, los ingresos obtenidos en la venta de los productos de la compañía, ya sea en cobre fundido o concentrados, procedentes de Toquepala y Cuajone, serán acreditados a cada una de las unidades operativas en proporción del metal fino que contienen los concentrados que ellos producen y aportan. Las existencias comunes de cobre fundido o concentrado disponible a fin de año, serán prorrateados en igual forma.

Con el objeto de establecer el procedimiento que norme la distribución entre las operaciones de Toquepala y Cuajone de los costos generales señalados y de los ingresos obtenidos en la venta de los productos, la Compañía presentará a la Dirección General de Minería y a la Dirección General de Contribuciones para su aprobación, los estudios, informes y datos técnicos y contables que sean necesarios”.

Pues bien, creo que habría que solicitar el cumplimiento estricto de dicho inciso, agregando inmediatamente a Tía María y más adelante a los otros proyectos de la Empresa, para no dar lugar a distribuciones y mermas legales pero injustas que de no corregirse podrían en un futuro muy cercano dar lugar a otra protesta similar a la ocurrida durante el “Moqueguazo”.

Espero que nuestras actuales autoridades estén a la altura de las circunstancias y exijan al Ejecutivo que se cumpla el Convenio de Cuajone como la mejor formar de corregir la distorsión actual, problemática que es de conocimiento del Presidente Constitucional del Perú.

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